En poco más de cinco meses, Sudán del Sur va a convertirse en el país más joven del mundo. Los resultados finales del referéndum de independencia del mes pasado, anunciados ayer, confirmaron las predicciones de un abrumador apoyo para la secesión del norte.
Los resultados oficiales mostraron que el 98.8% de los votos fueron en favor de la independencia. Eso significa que en julio, Sudán del Sur pasará a ser el país más nuevo en el planeta. El presidente sudanés Omar Al-Bashir dijo que aceptaba los resultados de la votación.
La ciudad de Juba tiene grandes riquezas petroleras, pero carece de las embajadas y rascacielos de otras capitales. Apenas hace un año había menos de cinco kilómetros de pavimento aquí y los archivos locales están guardados en una tienda de campaña. Muchos, sin embargo, ven un gran potencial y no pueden esperar para controlar sus propios destinos.
El pueblo de Juba va a ser promovido a capital más adelante este año. Sólo que Sudán del Sur necesita mucho más que su propia moneda y un himno nacional. La mayoría de los caminos aquí son terraplenes e incluso los trabajadores de ayuda viven en contenedores de uso naval.
Conflicto
Dos décadas de guerra entre el norte más, que todo musulmán, y rebeldes en el sur cristiano-animista mataron al menos a dos millones de personas antes de un acuerdo de paz en 2005. Los residentes del área están jubilosos de finalmente poder tener su propio país. Decenios de guerra y pobreza han mantenido el sur en un estado lamentable y sus 8.7 millones de habitantes viven en una de las regiones menos desarrolladas en el mundo. La ONU dice que una niña de 15 años aquí tiene más probabilidades de morir por complicaciones de embarazo que las posibilidades de terminar la escuela. Aproximadamente 85% de la población es analfabeta. Además, los precios de algunos bienes como el azúcar, el jabón y el aceite de cocina han aumentado más de 50% en semanas recientes.
