La extradición a Panamá del exgeneral Manuel Antonio Noriega se complicó ayer con una decisión del Tribunal de Apelación de París, que, al decidir continuar un segundo procedimiento, puede aplazarlo todo durante meses.
La sala de instrucción del Tribunal de Apelación de París optó por continuar la tramitación de una segunda demanda de extradición de Noriega, en contra de la opinión de la fiscalía y del propio interesado, que habían solicitado que se diera por terminada. Pese a que el Gobierno francés autorizó en agosto pasado que el exdictador sea entregado a Panamá en virtud de una primera demanda de extradición, los jueces emitieron ayer otra solicitud para que EUA dé su visto bueno a la segunda y volverán a examinar el caso el 16 de noviembre. Noriega está encarcelado en Francia desde que fue extraditado por EUA en abril de 2010.
Incertidumbre
La decisión de ayer deja virtualmente sin sentido la demanda de puesta en libertad condicional para una inmediata expulsión a Panamá que la defensa de Noriega iba a hacer hoy ante otro juez de aplicación de penas, reconoció al término de la vista su abogado Olivier Metzner. Esa reunión con el juez de aplicación de penas, que sus letrados consideraban clave para una extradición en cuestión de semanas, queda en un segundo orden y Metzner indicó que su intención es seguir adelante con el propósito de una libertad condicional, aunque deba quedar en suspenso hasta que se conozca la decisión del Tribunal de Apelación.
“Noriega seguirá siendo rehén de Estados Unidos” gracias a Francia, señaló el letrado, quien anunció que esta misma tarde presentará una petición de puesta en libertad ante la sala de instrucción para tratar de acelerar las cosas.
Noriega, que entró en la sala de audiencias caminando sin apoyos, pero con paso titubeante, a diferencia de en ocasiones anteriores no hizo ningún discurso y se remitió a lo que habían dicho sus abogados: “Espero su sabiduría en esta decisión”.