El huracán Sandy pulsó el botón de pausa en la campaña electoral una semana antes de las elecciones, un contratiempo que, según expertos, puede perjudicar tanto las opciones republicanas como las demócratas.
Como cada año electoral, los medios estadounidenses esperaban impacientes que llegara la “sorpresa de octubre”, un acontecimiento que contrasta con los repetitivos meses de campaña y que, según auguran expertos y confirman historiadores, es capaz de virar el rumbo de las encuestas a apenas semanas de la fecha clave.
Este año, la sorpresa llegó a ocho días de las elecciones, con el presidente Barack Obama y su rival republicano, Mitt Romney, empatados en los sondeos y en forma de vientos huracanados que, al unirse a dos frentes fríos, barrerán cuatro estados claves: Carolina del Norte, Virginia, Nuevo Hampshire y en menor medida Ohio.
Atento a huracán
En eso confía Obama, que se dirigió el lunes a los estadounidenses en una solemne declaración desde la Casa Blanca para asegurarles que las autoridades están preparadas para la tormenta.
El Presidente estadounidense, quien se vio obligado a hacer una pausa a la campaña de cara a los comicios del martes próximo, advirtió que el huracán Sandy tiene el potencial de dejar consecuencias fatales. Urgió a la población a acatar las órdenes oficiales y anticipó que millones podrían ser damnificados.
Dijo que no está preocupado por el impacto del huracán en las elecciones del 6 de noviembre, pues aseguró que su prioridad es enfocarse en los residentes afectados.
“El mensaje más importante que queremos transmitir al público en este momento es: por favor, escuchen a las autoridades locales. Cuando le dicen que evacue, usted debe evacuar. Sin demora. No discuta las instrucciones que se le dan”, dijo.
“Esta es una tormenta grave y podría tener consecuencias potencialmente mortales si la gente no toma medidas con la suficiente rapidez”, previno.
“La prioridad es salvar vidas”, dijo Obama, que había abandonado precipitadamente Florida (sureste) el lunes por la mañana, donde tenía previsto pronunciar un discurso.
Entre las 10 más caras
La compañía estadounidense Eqecat detalló ayer en su página web que el décimo huracán de la temporada en la cuenca atlántica puede costar al sector asegurador entre 5,000 y 10,000 millones de dólares.
De situarse en el rango más alto de sus cálculos, Sandy puede ser uno de los 10 más costosos en la historia de este país, aunque estos cálculos varían mucho en función del modo en que se contabilizan los costes y el efecto de la inflación acumulada.
Sin tener en cuenta la inflación, los más caros en la historia des este país son Katrina (2005), que se calcula que superó los 80,000 millones de dólares, seguido de Wilma (2005), Charley (2004), Ivan (2004), Andrew (1992), Rita (2005), que costaron todos ellos más de 10,000 millones de dólares.