Caracas, Venezuela.
El cambio inició en Venezuela, o al menos así lo adelantó ayer el nuevo parlamento, el primero del periodo chavista con mayoría opositora, que se constituyó ayer con la intención expresada por su presidente, Henry Ramos Allup, de poner fin en los próximos seis meses al mandato de Nicolás Maduro, que expira en 2019.
En una sesión accidentada y tensa, que inaugura un tiempo de cohabitación en el país que se prevé complicado, Ramos Allup, se juramentó a sí mismo como presidente del parlamento antes de afirmar que en un periodo no menor a los seis meses el nuevo Legislativo decidirá la “salida constitucional, democrática, pacífica y electoral para la cesación de este Gobierno”.
Las opciones para ello, recordó Ramos Allup, serían la convocatoria de un referendo revocatorio del mandato presidencial -que puede activarse cuando Maduro cumpla en julio la mitad de su gestión-, la enmienda constitucional, la renuncia voluntaria del gobernante o el establecimiento de una Asamblea Constituyente.
Maduro, advirtió que los diputados tendrán inmunidad pero no impunidad si “conspiran” con un “ golpe parlamentario”.
Amnistía
“Aquí, hoy las cosas cambian” advirtió el nuevo presidente del Legislativo, uno de los más acérrimos opositores a Maduro, y enfatizó que la aprobación de una ley de amnistía para los opositores presos será también un compromiso “no transable” de la recién estrenada cámara.
El nuevo parlamento de mayoría opositora arrancó con la incógnita de si la oposición controlará finalmente los dos tercios de la cámara (112 diputados), lo que le permitiría acometer más fácilmente los cambios de calado en el país.
Aunque la oposición consiguió 112 diputados en las elecciones del pasado 6 de diciembre, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) ordenó el 30 de diciembre suspender la proclamación de tres diputados opositores elegidos por el estado Amazonas tras un recurso del chavismo por supuesto fraude en las votaciones.
La Asamblea quedó constituida con 109 diputados opositores y 54 chavistas a la espera de la decisión final del TSJ sobre las impugnaciones de los parlamentarios.
Como un símbolo de la nueva época iniciada ayer, antes de que comenzara el pleno se retiró de la sala un cuadro del fallecido presidente Hugo Chávez. Los diputados chavistas abandonaron la ceremonia sin ser investidos tras protagonizar un altercado con un opositor.
El cambio inició en Venezuela, o al menos así lo adelantó ayer el nuevo parlamento, el primero del periodo chavista con mayoría opositora, que se constituyó ayer con la intención expresada por su presidente, Henry Ramos Allup, de poner fin en los próximos seis meses al mandato de Nicolás Maduro, que expira en 2019.
En una sesión accidentada y tensa, que inaugura un tiempo de cohabitación en el país que se prevé complicado, Ramos Allup, se juramentó a sí mismo como presidente del parlamento antes de afirmar que en un periodo no menor a los seis meses el nuevo Legislativo decidirá la “salida constitucional, democrática, pacífica y electoral para la cesación de este Gobierno”.
Las opciones para ello, recordó Ramos Allup, serían la convocatoria de un referendo revocatorio del mandato presidencial -que puede activarse cuando Maduro cumpla en julio la mitad de su gestión-, la enmienda constitucional, la renuncia voluntaria del gobernante o el establecimiento de una Asamblea Constituyente.
Maduro, advirtió que los diputados tendrán inmunidad pero no impunidad si “conspiran” con un “ golpe parlamentario”.
Los diputados de mayoría opositora se juramentaron durante tres horas, salpicadas de incidentes y con el boicoteo constante del grupo parlamentario chavista.
|
“Aquí, hoy las cosas cambian” advirtió el nuevo presidente del Legislativo, uno de los más acérrimos opositores a Maduro, y enfatizó que la aprobación de una ley de amnistía para los opositores presos será también un compromiso “no transable” de la recién estrenada cámara.
El nuevo parlamento de mayoría opositora arrancó con la incógnita de si la oposición controlará finalmente los dos tercios de la cámara (112 diputados), lo que le permitiría acometer más fácilmente los cambios de calado en el país.
Aunque la oposición consiguió 112 diputados en las elecciones del pasado 6 de diciembre, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) ordenó el 30 de diciembre suspender la proclamación de tres diputados opositores elegidos por el estado Amazonas tras un recurso del chavismo por supuesto fraude en las votaciones.
La Asamblea quedó constituida con 109 diputados opositores y 54 chavistas a la espera de la decisión final del TSJ sobre las impugnaciones de los parlamentarios.
Como un símbolo de la nueva época iniciada ayer, antes de que comenzara el pleno se retiró de la sala un cuadro del fallecido presidente Hugo Chávez. Los diputados chavistas abandonaron la ceremonia sin ser investidos tras protagonizar un altercado con un opositor.
Lilian Tintori, esposa del líder opositor Leopoldo López, reclamó la amnistía para los presos políticos.
|
Cientos de chavistas y opositores se manifestaron en las afueras del Congreso.
|