Un joven de 23 años identificado como Sergéi Ivanóv fue detenido en la casa en la que había entrado a robar en Novomoscovsk, Rusia.
El joven se quedó dormido durante el hurto y sus ronquidos despertaron a la dueña de la casa, una anciana de 82 años.
El ladrón aprovechó una ventana abierta para entrar, parecía un trabajo fácil, ya que la anciana dormía plácidamente en su cama. Durante el allanamiento, la anciana se despertó y el joven se metió debajo de su cama para que no lo descubriera. Ivanóv decidió esperar a que se durmiera de nuevo, pero finalmente acabó rendido al sueño y se quedó dormido debajo de la cama. Una hora después la anciana se despertó por los fuertes ronquidos que el joven producía y vio cómo unos zapatos deportivos sobresalían de debajo de su cama.
Cociente de que el ladrón estaba dormido, la anciana llamó tranquilamente a la Policía sin hacer ningún ruido. Las autoridades no tuvieron muchas dificultades al detener al joven, de hecho seguía dormido hasta que un agente lo despertó.