La riqueza de la gastronomía hondureña viaja a través del mundo complaciendo a los más sofisticados críticos y lo hace en las manos de Carlos Rivera o Cali, como es conocido por sus amigos y clientes.
La pasión por la cocina, la fusión de elementos culinarios de las diferentes etnias del país y su amor por Honduras le trajeron éxito en la gran manzana. Para Rivera el que la hace en Nueva York puede hacerla en cualquier lado, lo que le motivó a llevar su arte hasta Australia.
¿Cómo fueron tus inicios en esto de la cocina?
La verdad que todo inició por pura casualidad y de repente surgió la pasión por este arte. Yo estudié turismo en Tegucigalpa y cuando realicé mi tesis empecé a buscar información acerca de los grupos indígenas de nuestro país y eso me llevó a las Ruinas de Copán , donde fui a trabajar a un lugar llamado Hacienda San Lucas y empecé a cocinar con las mujeres de la comunidad.
“Inicié haciendo tortillas, tamales, cocinando en un fogón, usando la mano y la piedra como utensilios de cocina, estuve allí durante tres años y allí nació el deseo de venir a Nueva York a estudiar cocina”, comenzó diciendo Rivera.
Cuéntame como es que las diferentes técnicas culinarias en las etnias hondureñas han contribuido en tu éxito como chef.
Nuestra tierra es muy bendecida al tener tantas culturas, tenemos la cultura del coco y el plátano del afro-caribe, la cultura del maíz de grupos étnicos como los lencas y chortís, además del legado de la comida española y el estilo de la cocina en Tegucigalpa, Comayagua y el sur. De todas estas culturas yo traté de aprender a cocinar algo, diferentes tipos de comidas tales como tamales, chanfaina, sopa de caracol, de todo.
El deseo de llevar su pasión por la cocina a otro nivel fue el camino que llevo a Cali a emigrar a los Estados Unidos, y Nueva York fue la ciudad que le dio la bienvenida convirtiéndose en un estudiante destacado en el French Culinary Institute. Su talento no pasó desapercibido para Gabrielle Hamilton, una de las más afamadas chef de la ciudad, que de inmediato le brindó una oportunidad al joven aprendiz de cocina.
“Tuve el honor de trabajar con ella durante seis años y eso me dio la oportunidad de crecer, con el paso del tiempo abrí mi propia cocina y a tener mi propio negocio”, señaló Cali Rivera.
¿Por qué una persona que ha alcanzado el éxito en Nueva York lo deja todo para marcharse a Australia?
Mi pasión por la antropología y mi deseo de aprender de diferentes culturas, saber cómo visten, cómo comen, cómo viven, cómo hablan me motivó a iniciar esta aventura. El tener la habilidad para cocinar me ha abierto las puertas para poder viajar y conocer el mundo y estoy estoy aquí en Australia.
¿Háblame de tu restaurante Popol Nah?
“La casa del Pueblo” tiene el mismo nombre del edificio que se encuentra en Copán, que era el sitio donde yo llegaba a compartir ideas y hablar de políticas y otras cosas. Creo que ese nombre sería adecuada para que las personas puedan compartir momentos, ideas, comidas, bebidas, vivencias etc.
“Lo que predomina en Popol Nah es una cocina con influencias muy tradicionales de la comida latina y las personas pueden sentir una gran facilidad para identificarse con nuestros productos debido a que se utilizan muchos productos frescos, carnes y pescados de buena calidad y los precios son accesibles para todo el mundo. Lo que ofrecemos es comida sencilla, humilde, pero que sabe muy bien, además te deja la sensación de ser comida casera en una cultura tan cosmopolita como la australiana”.
¿Consideras que un hondureño en Australia podría sentirse como en casa al probar tus platillos?
Claro que sí, Popol Nah es como un pedacito de Honduras en Australia. Aquí les servimos un buen ceviche, un pincho de carne, empanadas y muchos platos de nuestra cultura.
¿Te sientes un embajador del arte culinario de Honduras?
Me gustaría pensar que lo soy, estoy trabajando día a día para que mi pasión por la cocina con influencias hondureñas sea apreciada y espero hablar a través de mi trabajo algo que disfruto mucho. Amo mi cultura y nuestra comida, espero que a pesar de los momentos difíciles que uno pasa pueda sobresalir con mi cocina hondureña y triunfar en Australia, concluyó Carlos Rivera.