La tormenta tropical Hermine amainó ayer, aunque persistió arrojando lluvias mientras avanzaba hacia el norte de Texas, dejando atrás una estela de apagones y aludes en el sur estadounidense y varias partes de México.
Hermine seguía disolviéndose al sur de San Antonio con la posibilidad de que se degradara a depresión tropical ayer por la noche. Los habitantes de la mayor parte del sur de Texas amanecieron con pocos indicios del paso del sistema tropical, salvo por la caída de algunos árboles y postes de tendido eléctrico. Como cuando el huracán Alex azotó en junio la misma zona del valle del río Grande propensa a inundaciones, existió en el área la percepción de que Hermine pudo haber sido peor. No hubo información de lesiones graves, daños o inundaciones y las autoridades no ordenaron evacuaciones.
Destrucción
La emergencia provocada por las lluvias en al menos cinco estados de México deja hasta este martes al menos siete muertos y 614,000 damnificados, según un balance parcial de organismos de socorro que se mantienen en alerta ante la posibilidad de más precipitaciones.
Las víctimas mortales se elevaron a siete al conocerse el martes que tres trabajadores, de entre 20 y 40 años, que hacían tareas de limpieza de un drenaje murieron sepultados por un alud de lodo y piedras que cayó desde un cerro en San José Contadero, en el estado de México, de acuerdo con un reporte de la protección civil municipal.
