El viento de rebelión que flota en el Partido Laborista británico podría tumbar al primer ministro Gordon Brown, que asumió las riendas del Inglaterra en junio del año pasado, vaticinaron ayer analistas políticos.
Mientras tanto, Brown partió ayer para unas breves vacaciones.
'El laborismo se vuelca contra Brown', tituló el dominical The Observer, que reportó que cada vez más diputados de ese partido creen que Brown debe renunciar. El viernes, el Partido Laborista sufrió un significativo revés en unas elecciones parciales en Glasgow este, su tercera derrota electoral en tres meses. 'La pregunta no es si habrá una tentativa para expulsar a Brown, sino cuándo', resumió el comentarista político del Daily Mail (centroderecha).
Medios
'Hay sólo una cosa que hacer, y es cambiar de líder', afirmó un ministro del gobierno de Brown, citado por el The Daily Telegraph (derecha), bajo anonimato. 'No podemos caer más bajo. Estamos en el fondo del pozo', resumió otro miembro del Gobierno, que pidió conservar el anonimato. Según el Observer, la rebelión dentro del laborismo para expulsar a Brown de Downing Street podría concretarse en agosto.
