MONTEVIDEO. El presidente estadounidense Barack Obama busca cumplir una de las promesas fallidas de su campaña presidencial, el cierre de Guantánamo. Para ello, la Casa Blanca pretende disminuir la población reclusa en la base militar naval estadounidense en territorio cubano a lo mínimo posible, inferior a 100, y así facilitar que el Congreso revoque una ley que impide el traslado de los detenidos a Estados Unidos ya que los republicanos consideran un riesgo innecesario para la seguridad nacional su presencia.
Como parte de este plan, ayer llegaron a Uruguay seis de los prisioneros de este controversial centro de detención, luego de que el mandatario José Mujica, aceptará el compromiso de acoger en el país, en calidad de refugiados, a los reclusos.
Considerados de bajo riesgo, el Departamento de Defensa de EUA confirmó la transferencia de los privados de libertad, entre los que se encuentran cuatro sirios, un tunecino y un palestino. Este es el primer traslado desde Guantánamo a un país de Suramérica.
“Estados Unidos agradece al Gobierno de Uruguay su voluntad de apoyar los esfuerzos para cerrar el Centro de Detención de la Bahía de Guantánamo”, señaló la embajada estadounidense en un comunicado al destacar que ese país coordinó con el Ejecutivo uruguayo para garantizar que esta transferencia se realizara de acuerdo “con las medidas de seguridad y humanidad apropiadas”.
Los seis reclusos, contra los que nunca se presentaron cargos, son considerados de bajo riesgo por el país norteamericano y su transferencia había sido autorizada al menos desde 2010.
El traslado deja un total de 136 prisioneros recluidos aún en Guantánamo.