El niño brasileño de dos años al que le introdujeron una treintena de agujas en el cuerpo en rituales de magia negra fue sometido con éxito a una tercera operación para extraer elementos cercanos a su columna, y su vida ya no corre peligro, informaron los médicos ayer.
Tras el éxito de las tres complicadas cirugías a las que fue sometido, “creemos que la historia de este niño tendrá un final feliz”, afirmó a la prensa el cirujano José Siqueira, quien participó en la intervención la noche del lunes en el Hospital Ana Neri, de Salvador de Bahía.
Al pequeño le han sido retiradas 22 de las 32 agujas que le clavaron en el tórax, abdomen, cuello y piernas, en aparentes rituales de magia negra realizados por su padrastro. En esta última cirugía, considerada de riesgo y la tercera en 10 días, los médicos extrajeron tres agujas alojadas en el pescuezo y una en el canal medular, informaron voceros del hospital.
El menor fue sometido a una primera operación el 18 de diciembre, en la que le fueron retiradas cuatro agujas junto al pulmón y el corazón.