Un niño de 13 años fue rescatado con vida ayer, 108 horas después del sismo que sacudió el domingo la provincia oriental turca de Van y dejó por lo menos 573 muertos y muchos supervivientes en la calle, bajo temperaturas glaciales.
El terremoto dejó 573 personas muertas y más de 2,550 heridas, de acuerdo con una nueva evaluación provisoria divulgada ayer por la Dirección de Situaciones de Emergencia. Un informe anterior, difundido el jueves por la tarde, daba cuenta de 550 víctimas fatales.
Los equipos de socorristas han rescatado con vida a 187 personas de los escombros luego de un terremoto de magnitud 7.2 en la escala de Richter, que devastó la zona de Turquía próxima de la frontera con Irán. Un niño de 13 años fue rescatado de los escombros por los socorristas en Ercis, 108 horas después del terremoto que asoló la región, anunció ayer la agencia turca Anatolia.
Ferhat Tokay estuvo bloqueado en las ruinas de un edificio derrumbado de Ercis, la ciudad más afectada por el sismo. Según los médicos que lo atendieron en un hospital de campaña antes de trasladarlo a la capital regional de Van, la vida del niño no corría peligro.
Previamente, casi 100 horas después de la sacudida sísmica, un joven de 18 años había sido rescatado el jueves por la noche de debajo de los escombros del edificio donde vivía en Ercis y trasladado a un hospital, aunque aparentemente en buen estado de salud.
Sin embargo, las esperanzas de seguir encontrando supervivientes disminuyen rápidamente, sobre todo desde que el jueves empezó a nevar en la zona afectada por el sismo, complicando las labores de rescate y llevando más sufrimiento a las personas que perdieron su vivienda.
