Florida, Estados Unidos.
La actual temporada de ciclones en el Atlántico parece haberse ensañado con Estados Unidos, que tras el paso de los ciclones Harvey e Irma, se prepara ahora para la llegada de Nate.
La tormenta que dejó una estela de destrucción y al menos 23 muertos en Centroamérica, se dirige hacia el Golfo de México y el sur de EUA.
Según las previsiones del Centro Nacional de Huracanes (NHC), Nate impactará la madrugada del domingo en el estado de Luisiana, convertido ya en huracán de categoría 1.
El alcalde de Nueva Orleans, Mitch Landrieu, declaró ayer el estado de emergencia para su ciudad y ordenó las primeras evacuaciones obligatorias, y un toque de queda que rige a partir del sábado a las 6 pm.
Los gobernadores de la Florida, Alabama y Mississippi también extendieron alertas y declararon estado de emergencia en decenas de condados ante el aviso de huracán.
En Florida, donde algunas regiones siguen recuperándose del huracán Irma, el gobernador
Rick Scott pidió a los residentes prepararse en caso de que los cambios en el pronóstico de
Nate cambien. Podría haber evacuaciones, agregó.
La guardia costera estadounidense informó que ya ha dispuesto a su personal y recursos para proceder con la asistencia que haga falta tras el paso del ciclón en estas áreas.
En su último boletín, el NHC informó que Nate presentaba vientos máximos sostenidos de 60 millas por hora (95 km/h) y se halla a 80 millas (125 kilómetros) al este de Cozumel, en México, país que alcanzó anoche.
Destrucción
Aunque el ojo del ciclón ya dejó atrás Centroamérica, los meteorólogos prevén que las lluvias acumuladas que deje Nate alcancen en los próximos días hasta 15 pulgadas en el sur de Honduras y el oeste de Nicaragua, y hasta 8 pulgadas al este de El Salvador. La tormenta dejó 12 muertos en Nicaragua, nueve en Costa Rica y tres en Honduras, además de numerosos desaparecidos, según los cuerpos de socorro.
Varias comunidades de
Costa Rica y
Nicaragua continúan aisladas por la destrucción de puentes, inundación de carreteras, ríos desbordados y deslaves que arrasaron casas y caminos, mientras la saturación de agua en los suelos amenaza con nuevos derrumbes.
El presidente Luis Guillermo Solís anunció tres días de duelo por las nueve personas muertas en el país, incluida una niña de tres años que falleció en un deslave que arrasó su vivienda.
Solís advirtió que a pesar de la mejora del tiempo, persiste el riesgo de inundaciones y deslaves porque todo indica que continuarán las lluvias durante el fin de semana y los suelos están saturados. Más de 5,000 personas permanecen en albergues de Costa Rica.
En Nicaragua varias comunidades permanecen aisladas por derrumbes de carreteras en el norte y sur, en tanto miles de familias quedaron sin electricidad como consecuencia de las fuertes lluvias, según la vicepresidenta y portavoz oficial Rosario Murillo.
La actual temporada de ciclones en el Atlántico parece haberse ensañado con Estados Unidos, que tras el paso de los ciclones Harvey e Irma, se prepara ahora para la llegada de Nate.
La tormenta que dejó una estela de destrucción y al menos 23 muertos en Centroamérica, se dirige hacia el Golfo de México y el sur de EUA.
Según las previsiones del Centro Nacional de Huracanes (NHC), Nate impactará la madrugada del domingo en el estado de Luisiana, convertido ya en huracán de categoría 1.
El alcalde de Nueva Orleans, Mitch Landrieu, declaró ayer el estado de emergencia para su ciudad y ordenó las primeras evacuaciones obligatorias, y un toque de queda que rige a partir del sábado a las 6 pm.
Los gobernadores de la Florida, Alabama y Mississippi también extendieron alertas y declararon estado de emergencia en decenas de condados ante el aviso de huracán.
La tormenta se enfila ahora hacia México y el sur de Estados Unidos.
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La guardia costera estadounidense informó que ya ha dispuesto a su personal y recursos para proceder con la asistencia que haga falta tras el paso del ciclón en estas áreas.
En su último boletín, el NHC informó que Nate presentaba vientos máximos sostenidos de 60 millas por hora (95 km/h) y se halla a 80 millas (125 kilómetros) al este de Cozumel, en México, país que alcanzó anoche.
Destrucción
Aunque el ojo del ciclón ya dejó atrás Centroamérica, los meteorólogos prevén que las lluvias acumuladas que deje Nate alcancen en los próximos días hasta 15 pulgadas en el sur de Honduras y el oeste de Nicaragua, y hasta 8 pulgadas al este de El Salvador. La tormenta dejó 12 muertos en Nicaragua, nueve en Costa Rica y tres en Honduras, además de numerosos desaparecidos, según los cuerpos de socorro.
Nate dejó comunidades de Costa Rica y Nicaragua aisladas por la destrucción de puentes, inundación de carreteras y ríos desbordados.
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El presidente Luis Guillermo Solís anunció tres días de duelo por las nueve personas muertas en el país, incluida una niña de tres años que falleció en un deslave que arrasó su vivienda.
Solís advirtió que a pesar de la mejora del tiempo, persiste el riesgo de inundaciones y deslaves porque todo indica que continuarán las lluvias durante el fin de semana y los suelos están saturados. Más de 5,000 personas permanecen en albergues de Costa Rica.
En Nicaragua varias comunidades permanecen aisladas por derrumbes de carreteras en el norte y sur, en tanto miles de familias quedaron sin electricidad como consecuencia de las fuertes lluvias, según la vicepresidenta y portavoz oficial Rosario Murillo.