El estado mexicano de Guerrero (sur), donde está el polo turístico de Acapulco, acudía ayer a las urnas para elegir gobernador, en medio del temor a la violencia y denuncias sobre el involucramiento del narcotráfico en los comicios considerados una prueba temprana para las presidenciales de 2012.
Las denuncias sobre violencia contra los activistas de ambas campañas y de vínculos con el narcotráfico de ambos candidatos sirvieron como preámbulo de una campaña marcada también por el temor de la población ante la ola de violencia de los carteles del narcotráfico.
El candidato Ángel Aguirre, de una coalición encabezada por el izquierdista Partido de la Revolución Democrática, PRD, que pretende mantener la gobernación de Guerrero, denunció este domingo que dos de las sedes de su campaña fueron agredidas en los poblados de Tepecoacuilco y Cocula, en el norte del estado.
Situación
“Hemos recibido reportes de agresiones contra estas dos sedes de campaña; esperamos que estos hechos no se repitan”, señaló a periodistas Aguirre poco después de votar en el puerto de Acapulco.
El candidato del Partido Revolucionario Institucional, PRI, Manuel Añorve, se deslindó de cualquier responsabilidad de su partido en las agresiones y pidió que éstas sean denunciadas formalmente a la procuraduría (fiscalía) para que sean investigadas.
“Estamos ante una campaña de guerra sucia que busca contaminar el ambiente”, señaló Añorve. En total, 2.4 millones de votantes están habilitados para votar.
Varias radios locales, citando fuentes policiales, dijeron que una persona fue abatida por la Policía cuando se aprestaba a disparar contra una sede de la campaña de Aguirre en la región de Costa Chica cerca de Acapulco, pero esta información no fue confirmada por el gobierno estatal.