El despliegue de unos 280 infantes de marina de Estados Unidos en Centroamérica para realizar labores humanitarias a partir de junio próximo despierta algunas dudas en América Latina.
La operación, que no tiene un nombre en clave, es fruto de una planificación de alrededor de un año por parte del Comando Sur de EUA para insertar unos 200 soldados en la base aérea Soto Cano, Honduras, (conocida como Palmerola) mientras los otros 89 serán enviados a Guatemala, El Salvador y Belice.
Estados Unidos insiste en que su mayor despliegue militar en tierra centroamericana en años llega para ayudar de cara al inicio de la temporada de huracanes, también para hacer escuelas y arreglar carreteras. Portavoces dicen que los infantes de marina no estarán involucrados en la guerra contra las drogas.
Sin embargo, la 'misión humanitaria' que EUA plantea para Centroamérica, genera polémica en la 'izquierda antiimperialista' de Latinoamérica. Así lo asevera el profesor estadounidense James Petras, quien cree que el despliegue en Honduras busca facilitar una hipotética intervención militar en Venezuela en caso de que el resultado de las próximas elecciones parlamentarias sea demasiado estrecho.
'Por eso han estacionado tropas, aviones de guerra y otras medidas en Centroamérica... 200 hoy y 2.000 mañana' aseguró Petras.
Los marines traerán maquinaria pesada, entre ésta, varios helicópteros del tipo CH-53, los más grandes que tienen a su disposición el ejército de EUA.
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Sin embargo, el profesor resalta que en este caso ya no se trata de 'intervenciones militares' sino de 'misiones militares' y, algo clave, cuentan con el consentimiento del país de acogida, en este caso Honduras.
Crisis migratoria
Por su parte, el analista Harold Trinkunas, del Instituto Brookings, asegura que con la ayuda humanitaria de los marines, Obama busca apoyar a Honduras debido a la reciente crisis migratoria.
'Eso fue una llamada de alerta de la administración de Obama de la necesidad de ayudar a los Gobiernos centroamericanos a tratar sus problemas', señala Trinkunas a la BBC.
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La Casa Blanca y sobre todo el vicepresidente, Joe Biden, parecen tener claro que en general los inmigrantes y también los niños están huyendo de los problemas económicos y sociales, y de la violencia. Y por ello la construcción de escuelas es necesaria.
Además dichos flagelos han influenciado para que Biden insista al Congreso que apruebe los $1.000 millones para el plan Alianza para el Desarrollo del Triángulo Norte para fomentar el desarrollo de la zona.