Durante al menos tres años, entre 2009 y el 2012, el cartel de los Zetas convirtieron el penal Cereso de Piedras Negras en un crematorio humano, reveló ayer el Gobierno de Coahuila.
De acuerdo con la Subprocuraduría de Personas Desaparecidas en Coahuila, integrantes del cártel llevaban al penal a personas que habían levantado y que incineraban en el lugar.
Los hechos se confirmaron a partir de inspecciones en el reclusorio y entrevistas que hicieron a 138 internos, donde tomaron su declaración a 42 de ellos.
'Se obtuvo información de que en dicho lugar existió autogobierno dirigido por los Zetas. Por órdenes del interno Ramón Burciaga Magallanes, en el interior del centro penitenciario se privó de la vida a varias personas y fueron incinerados sus cuerpos', informó en conferencia de prensa José Alberto Herrera, encargado de la dependencia.
'Posterior a la incineración de los cuerpos, las cenizas fueron trasladadas y vertidas en el río San Rodrigo, a la altura del ejido El Moral, en la carretera Piedras Negras-Ciudad Acuña'.
'Una vez realizado el dictamen se concluyó que la evidencia recolectada correspondía a fragmentos óseos, los cuales por su grado de calcinación, no se pudo determinar su origen', agregó.
Según las investigaciones, los Zetas también manufacturaban ropa táctica y tenían un taller de hojalatería y pintura para modificar vehículos.