15/12/2025
09:43 PM

Declara mujer que bailó para Berlusconi

  • Actualizado: 18 mayo 2013 /

Confirmó que se vestían como monjas.

La joven marroquí en el centro de un escándalo sexual que involucra al exprimer ministro italiano Silvio Berlusconi declaró ayer en la corte por primera vez, describiendo como una mujer que asistía a una de las fiestas “bunga bunga” del premier vestida de monja bailó provocativamente y se desnudó parcialmente para él.

Karima el-Mahroug se subió al banquillo de testigos en el juicio a tres exasistentes de Berlusconi acusados de reclutarla a ella y a otras mujeres para prostitución. El juicio es distinto a otro en el que el ex primer ministro está acusado de pagar para tener relaciones sexuales con una menor — la misma el-Mahroug— y tratar de encubrirlo.

El-Mahroug, también conocida como Ruby, ha hecho declaraciones cuidadosamente ensayadas a la prensa desde que estalló el escándalo, pero hasta ahora no había ofrecido testimonio bajo juramento. Los tres asistentes del expremier — Emilio Fede, un ejecutivo del imperio de comunicaciones de Berlusconi; Nicole Minetti, exespecialista en limpieza dental, quien también fungió como chica de cabaret e incursionó en la política local, y el agente de talentos Dario “Lele” Mora— están acusados de reclutar mujeres para prostitución en esas fiestas y complicidad en prostitución, incluyendo de una menor.

El testimonio de El-Mahroug confirmó la atmósfera sexual en las fiestas de Berlusconi, que estaban llenas de hermosas jóvenes. Muchas de esas mujeres dijeron que recibieron dinero del multimillonario.

Dijo que conoció al premier la noche del 14 de febrero del 2010 y que este le dio un sobre que contenía entre 2,000 y 3,000 euros (2,600 a 3,900 dólares), diciéndole que era “una pequeña ayuda”, al tiempo que le pidió su número telefónico.

El-Mahrug confirmó lo que otros testigos han dicho: que en algunas de las fiestas jóvenes invitadas se vistieron de monjas y bailaron para Berlusconi, despojándose gradualmente de los hábitos hasta quedar solamente en ropa interior. AP