Estados Unidos entregó ayer su Premio a Defensores de Derechos Humanos a las activistas cubanas Damas de Blanco, luego de que culminara un proceso de excarcelaciones de presos políticos en la isla.
Julia Núñez, esposa de Adolfo Fernández, liberado en agosto de 2010 tras siete años en prisión, recibió el premio de manos de altos funcionarios del Departamento de Estado estadounidense, el primero con que honran a la agrupación conformada por esposas de ex prisioneros políticos.
“Es una emoción muy grande, no por mí, que ya estoy aquí, sino por mis hermanas cubanas, las Damas de Blanco, que siguen en Cuba luchando por la libertad de los presos”, dijo Núñez a periodistas tras la entrega del premio.
Núñez, completamente vestida de blanco y visiblemente emocionada, estuvo acompañada en el evento por su esposo.
Ambos viven en Miami desde noviembre pasado luego de un paso de tres meses por España, donde La Habana envió a gran parte de los excarcelados. Fernández era uno de los 52 opositores aún en prisión de los 75 condenados en 2003, y que fueron liberados dentro de un recién culminado proceso de excarcelación de unos 130 presos, concertado entre el régimen de Raúl Castro y la Iglesia católica.
Las vigilias y marchas semanales de las Damas de Blanco “son un recordatorio de la represión diaria” en Cuba, dijo Burns, quien pidió al régimen de Castro liberar inmediatamente a todos los presos políticos.
