Los países del G8 finalizaron hoy su cumbre ministerial de Exteriores con la demanda al líder libio Muamar al Gadafi de que cese los ataques sobre la población, pero sin un acuerdo sobre la necesidad de llevar a cabo una intervención militar.
El ministro francés de Exteriores, Alain Juppé, afirmó en conferencia de prensa que Gadafi 'tiene la responsabilidad de proteger a su pueblo y deberá responder ante la Justicia' por sus acciones.
Los integrantes del G8, compuesto también por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Italia, Japón, Reino Unido y Rusia, añadieron que el debate sobre la zona de exclusión aérea sigue abierto, y destacaron que se van a pedir a la ONU nuevas medidas para aumentar la presión sobre el régimen de Gadafi.