La ciudad de Nueva York anunció hoy una asociación con grupos religiosos para poner en marcha un programa para inmigrantes donde 50 “casas de oración” albergarán por las noches a un total de mil hombres solteros en los cinco condados de la ciudad, informó hoy el alcalde Eric Adams.
Será una iniciativa de dos años con el grupo New York Disaster Interfaith Services (Servicios Interreligiosos de Desastres) en la que cada centro religioso cobijará cada noche a 19 hombres y de día continuarán con sus actividades normales.
Durante la noche los inmigrantes recibirán varios servicios por parte de estos centros religiosos -mayormente protestantes, aunque se han sumado algunos musulmanes- que incluyen comida, duchas, y áreas sociales, entre otros.
El alcalde Eric Adams, que presentó el acuerdo en una rueda de prensa, explicó que para atender a esta población durante el día la ciudad abrirá cinco centros con diversos servicios, entre ellos comidas y refrigerios, duchas, áreas sociales entre otros.
Adams señalo que el anuncio se hace tras varios meses de conversaciones con líderes religiosos sobre cómo usar sus espacios para ayudar a los inmigrantes, que se sumarán a los más de 161 centros de emergencia que la ciudad ha tenido que abrir para darles refugio.
De acuerdo con el demócrata, este acuerdo ayudará a aliviar la presión sobre el sistema de refugios de la ciudad, así como a integrar a los recién llegados a las comunidades locales y conectarles con otros grupos.
Recordó que más de 70.000 inmigrantes han llegado a la ciudad desde el pasado año, creando una crisis humanitaria y fiscal.
La ciudad ofrece refugio a más de 46.000 inmigrantes en albergues públicos y hoteles que ha alquilado en la zona metropolitana y al norte del estado.
La ayuda incluye además comida, servicios médicos y legales y educación para los niños, lo que está suponiendo un gasto que hasta el pasado 31 de mayo ya sumaban 1,200 millones de dólares, el doble de lo previsto para esa fecha, según Adams.
Se prevé que el gasto sobrepase los 4,000 millones de dólares para fines de junio de 2024.
“A pesar de los costos asombrosos, el gobierno federal ha asignado menos de 40 millones de dólares en fondos”, recordó Adams al criticar una vez más a la Administración del presidente Joe Biden por no apoyar a Nueva York en la crisis migratoria, un problema que, también recordó, es nacional.
También insistió en que los recién llegados quieren trabajar, por lo que pidió a la Casa Blanca que acelere la concesión de permisos de trabajo para los inmigrantes.
“Estamos haciendo nuestro trabajo en la ciudad y necesitamos que este problema nacional sea abordado por líderes nacionales. Queremos un plan realista que comience con una sólida estrategia de descompresión en nuestra frontera sur”, sostuvo y reiteró que esta situación es “insostenible” para la ciudad.
Debido a que estos lugares albergarán grupos más pequeños, Adams espera que pueda expandirse a lugares de culto.
El reverendo Gil Monrose, director ejecutivo de la Oficina de Asociaciones Comunitarias y Religiosas de la Alcaldía, indicó por su parte que los inmigrantes que están llegando a la ciudad “están escapando de la violencia, la opresión, la pobreza y, como todos nosotros, quieren vivir y mantener a sus familias en paz”.
Un centro religioso ya opera en el Centro Comunitario Musulmán en el condado de Brooklyn.
La ciudad está en espera de una decisión del tribunal al que acudió para pedir que deje sin efecto temporalmente una medida de hace 40 años que le obliga a dar albergue a quien lo solicite. EFE