24/11/2025
07:56 PM

Cambios de Mubarak no silencian a los egipcios

El presidente egipcio, Hosni Mubarak, designó ayer a un Vicepresidente, el jefe de la inteligencia, Omar Suleiman, por primera vez en 30 años, y a un nuevo Primer Ministro, ambos con rango de general, para tratar de desactivar una rebelión que en cinco días se cobró más de cien muertos.

El presidente egipcio, Hosni Mubarak, designó ayer a un Vicepresidente, el jefe de la inteligencia, Omar Suleiman, por primera vez en 30 años, y a un nuevo Primer Ministro, ambos con rango de general, para tratar de desactivar una rebelión que en cinco días se cobró más de cien muertos.

Suleiman, de casi 77 años, considerado como uno de los jefes de inteligencia más importantes de Oriente Medio por haber tratado asuntos sensibles, como el conflicto israelo-palestino, se convirtió en número 2 de Mubarak, alimentando conjeturas sobre la posibilidad de que sea el sucesor del mandatario, de 82 años, en el poder desde 1981.

El jefe de Estado, que la víspera disolvió su gobierno y anunció reformas, designó al ex ministro de Aviación y ex jefe de la Fuerza Aérea Ahmed Shafiq en el cargo de Primer Ministro.

Con decenas de miles de personas en las calles de El Cairo y otras ciudades del país para exigir su renuncia, el Presidente egipcio movió por fin ficha, después de varios días de silencio.

Pero esas primeras medidas no parecieron convencer a la oposición y los manifestantes de deponer las protestas.

Reacción

El opositor y Premio Nobel de la Paz, Mohamed ElBaradei, calificó de “insuficientes” los cambios e instó a Mubarak a dejar el poder cuanto antes por el bien de Egipto, en una declaración a la televisión Al Jazeera. En la calle, los nombramientos tampoco cayeron bien.

“No es una buena decisión. (Suleiman) es un hombre de Mubarak. Esto no es una señal de cambio”, dijo Osama, un manifestante en el centro de El Cairo. “Ni Mubarak ni Suleiman: estamos hartos de estadounidenses”, corearon grupos de manifestantes, en referencia a las buenas relaciones del régimen de Mubarak con Washington.

Las autoridades adelantaron ayer dos horas, el inicio del toque de queda. Pero los manifestantes desacataron la medida y seguían en la calle por la noche, al igual que el día anterior.

Balance

Al menos 102 personas murieron y hay varios centenares de heridos en los enfrentamientos del viernes y ayer, según fuentes médicas y de los servicios de seguridad.

Los choques entre policías y manifestantes antigubernamentales dejaron el viernes 62 muertos, 35 de ellos en El Cairo, según esos reportes.

Ayer hubo once muertos (tres en El Cairo, tres en Rafah y cinco en Ismailiya), según fuentes médicas. Otras 22 personas murieron en enfrentamientos entre manifestantes y Policía en Beni Sueif, a unos 140 km al sur de El Cairo, según fuentes de la seguridad.

Estos muertos se suman a los siete registrados en los tres primeros días de protestas, llevando el total de muertos a 102 desde el 25 de enero.

El Ejército, columna vertebral del régimen, fue movilizado junto con la Policía para mantener el orden y aplicar el toque de queda en El Cairo, Alejandría y Suez.

El Ejército llamó además a la población a protegerse de los saqueadores que desvalijaron decenas de comercios en varios barrios de la capital adonde la Policía brillaba por su ausencia.

En la tarde de ayer, El Cairo parecía un campo de batalla, con restos de coches quemados y escombros en las calles y un espeso humo negro que aún salía de la sede del partido gubernamental, ubicado a orillas del Nilo e incendiado la noche anterior.

Varios países expresaron su preocupación por la situación en el más poblado de los países árabes (de 80 millones de habitantes). El presidente estadounidense, Barack Obama, instó a Mubarak a “cumplir con sus promesas” y a no usar la “violencia contra manifestantes pacíficos”.

Reacciones

Obama se reunió ayer con el Consejo de Seguridad Nacional para debatir la crisis en Egipto, y reiteró su llamado al Gobierno de El Cairo a emprender reformas y mostrar cautela con los manifestantes. En la reunión, que duró una hora, participaron el vicepresidente Joe Biden, el consejero de seguridad nacional Tom Donilon, y funcionarios de política exterior y seguridad, dijo la Casa Blanca en un comunicado.

Ayer, en una declaración conjunta, el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, la canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro británico, David Cameron, pidieron a Mubarak “iniciar un proceso de cambio frente a las reivindicaciones legítimas de su pueblo y a evitar a toda costa el uso de la violencia contra los civiles”.

Apoyo desde EUA

Opositores al líder egipcio Hosni Mubarak protestaron para pedir su derrocamiento ayer frente a la sede de la ONU en Nueva York y la embajada de Egipto en Washington. Unos mil egipcio-estadounidenses protestaron afuera de la sede de la ONU en Nueva York con frases en sus pancartas que expresaban “La sangra egipcia es nuestra sangre” y “Libertad y democracia en Egipto”.

En Washington, frente a la embajada de Egipto, una multitud de entre 900 y mil personas protestó entre banderas de Egipto y Estados Unidos y pancartas en inglés y en árabe con frases como “No más faraón” y “Derroquen a Mubarak”.

El servicio de telefonía móvil funcionaba parcialmente ayer en Egipto, un día después de una jornada de manifestaciones sin precedentes en la que se cortó el acceso a Internet.

El acceso a Internet, cortado el viernes para intentar obstaculizar las manifestaciones hostiles al régimen, no parece haberse restablecido.

Internet y la telefonía móvil desempeñaron un papel clave en la organización de las manifestaciones contra el régimen de Hosni Mubarak impulsadas por jóvenes pro democráticos inspirados en la Revolución de los Jazmines que - el 14 de enero - derrocó al dictador tunecino Zine El Abidine Ben Alí.

Huida de turistas

Turistas extranjeros y ciudadanos egipcios acudieron al aeropuerto internacional cairota ayer en una búsqueda desesperada de vuelos para salir del país; mientras tanto, las protestas en ocasiones violentas que obligaron a la renuncia del gabinete no daban señales de disminuir.

Arabia Saudí, Emiratos árabes Unidos, Líbano y Jordania organizaron vuelos especiales para sacar del país a sus ciudadanos y a las familias de sus diplomáticos, dijeron funcionarios del aeropuerto que pidieron no ser identificados.

Unas 3,000 personas estaban varadas en el aeropuerto. Al menos la mitad había llegado luego de que el Gobierno impuso el estado de sitio. Los demás intentaban salir del país, sin reservas y en una búsqueda frenética de asiento en cualquier vuelo al exterior; pero varias aerolíneas habían cancelado, postergado o suspendido sus vuelos.

La aerolínea israelí El Al intentaba disponer un vuelo especial para sacar a unos 200 turistas, dijo un funcionario. La embajada israelí no hizo declaraciones.

EgyptAir había suspendido las salidas del viernes debido al toque de queda. No había suspendido los del sábado, aunque la ampliación del toque de queda probablemente impediría el arribo de viajeros para los vuelos nocturnos.

La alemana Lufthansa dijo que canceló sus dos vuelos a El Cairo el sábado. La estadounidense Delta, con vuelos directos de Estados Unidos a Egipto, dijo que el servicio quedaba “suspendido por tiempo indeterminado debido al malestar civil”. Las protestas socavan una de las principales fuentes de ingreso de moneda extranjera: el turismo, que representa el 11% del producto interno bruto.