“Hedía como cien perros muertos”, dice Dayana Reyes, segura de que no ha exagerado lo suficiente. El olor que llegaba a su casa desde Puerto Cabello era el de miles de toneladas de carne podrida.
Este año, en el estado de Carabobo, donde se halla el segundo puerto más grande de Venezuela, han sido localizadas 103.802 toneladas de alimentos putrefactos que el gobierno de Hugo Chávez ha importado y abandonado dentro de contenedores en muelles y almacenes.
Son millones de kilos de comida que debían ser vendidos a bajo precio en la red de mercados socialistas del Estado.
Los vecinos de la parroquia de La Fraternidad, que tienen por horizonte montañas de contenedores que sobresalen tras los muros del puerto, fueron los primeros en oler algo podrido en las importaciones oficiales.
Averiguaciones
En abril de 2009, les informaron de que el aroma provenía de 50 contenedores con alimentos de la Productora y Distribuidora Venezolana de Alimentos, Pdval, filial de la estatal Petróleos de Venezuela, Pdvsa. Pero la noticia se convirtió en escándalo nacional hasta hace pocas semanas, cuando comenzaron a aparecer cientos de lotes de contenedores cargados de comida descompuesta. Y el pasado día 15, el Gobierno de la República Dominicana devolvió a Venezuela un barco cargado con 60 contenedores con latas de atún, leche y pasta caducadas, que habían sido enviados por el gobierno de Chávez como ayuda humanitaria para Haití.
El asunto es grave, ha dicho el presidente-comandante, pero no demasiado representativo. “Estas toneladas son bastantes. No quiero minimizar en nada su gravedad, pero no representan ni el 1% del inmenso caudal de alimentos que ahora sí les llega a ustedes [al pueblo] gracias a Mercal y gracias a Pdval”, dijo Chávez el pasado día 3, cuando salió en defensa del presidente de Pdvsa y ministro de Energía, Rafael Ramírez. Para Chávez, “la oligarquía” ha inflado el caso para desprestigiar la “lucha por la soberanía alimentaria del pueblo”.
Desde hace siete años, Chávez intenta hacerse cargo de la producción, distribución y comercialización de alimentos para resguardarse del “sabotaje” del sector privado.
En 2003 comenzó por crear la empresa Mercados de Alimentos, Mercal, que instaló puestos de venta callejeros de comida a bajo coste por todo el país. En enero de 2008, Chávez ordenó a la gerencia de Pdvsa que garantizara la “soberanía alimentaria” del país y creó Pdval para que se encargara de todo el proceso, desde las compras en el extranjero hasta la venta en los mercados socialistas. Más del 70% de los alimentos consumidos en Venezuela son importados y el Gobierno hace buena parte de estas compras en EUA, Brasil, Argentina, Uruguay y Ecuador.