Las autoridades mexicanas informaron ayer que han sido detenidos 14 presuntos delincuentes, tres más de los anunciados ayer, relacionados con la matanza de 59 personas en el municipio de San Fernando, en el estado de Tamaulipas, noreste de México.
El portavoz para la Seguridad Nacional, Alejandro Poiré, dijo al leer un comunicado que han sido detenidos por el Ejército y presentados ante la Fiscalía “14 presuntos criminales presumiblemente vinculados” con esta masacre, nueve de ellos fueron detenidos el 1 de abril y los restantes cinco ayer.
Las autoridades del Gobierno de Tamaulipas, que no han logrado establecer las identidades de todas las víctimas, pero los primeros cuerpos identificados son mexicanos, informaron ayer de la masacre, la segunda ocurrida desde agosto pasado en San Fernando después de la matanza de 72 migrantes.
Las primeras investigaciones apuntan hacia el secuestro de varias personas que viajaban por la zona en un autobús de pasajeros y cuya desaparición fue denunciada en días pasados. Poiré dijo que existen líneas de investigación e información derivada de las detenciones “para la plena identificación de la totalidad de la célula criminal responsable de estos hechos de barbarie”.
Investigaciones
Aseguró que “no se escatimará ningún esfuerzo de todas y cada una de las dependencias del gabinete de seguridad para dar con ellos”, los asesinos.
“Estos criminales están siendo buscados, serán detenidos y pagarán por los delitos cometidos”, afirmó el portavoz de Seguridad Nacional. También anunció que por instrucciones del presidente Felipe Calderón las dependencias del Gabinete de Seguridad aceleran los trabajos de investigación pericial, de denuncias y de inteligencia para identificar a las víctimas y contactar a sus familiares.
También dijo que las autoridades recaban información en otros estados del país sobre hechos que pudieran estar vinculados al hallazgo de San Fernando.
El Gabinete de Seguridad, dijo Poiré, reforzará la presencia de autoridades federales en la zona de San Fernando para garantizar la seguridad a sus habitantes y, particularmente, a quienes transitan por las carreteras y zonas aledañas. Finalmente dijo que el Gobierno federal “impulsará un esfuerzo mucho mayor en su profundidad y alcance, en desmantelar y llevar ante la ley a aquellas bandas delincuenciales más violentas”.
Advirtió que los criminales deben entender “que el homicidio no quedará impune y que Estado y sociedad son cada vez más fuertes y potentes para enfrentar su violencia con la fuerza de la ley y el anhelo de la paz”.
