Entre los ataques de la Casa Blanca y los republicanos, un militar estadounidense dijo ayer que “cumplió con su deber” al alertar a sus superiores sobre el tono de una llamada entre Donald Trump y el presidente ucraniano, en el centro de una investigación que apunta a destituir al mandatario.
Luciendo su uniforme, el teniente coronel Alexander Vindman, que trabaja para el Consejo de Seguridad Nacional en la Casa Blanca, testificó en una audiencia pública en el Congreso junto a Jennifer Williams, asesora especial del vicepresidente estadounidense Mike Pence.
Los dos funcionarios escucharon en vivo el 25 de julio la conversación en la que Trump le pidió a su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski, que investigara a Joe Biden, uno de sus posibles oponentes en las elecciones presidenciales de 2020.
“En nuestro país somos independientes, tenemos nuestros propios problemas”: Volodimir Zelenski, presidente de Ucrania
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Vindman quiso “enfatizar” que fue a través del “sentido del deber” que expresó sus “preocupaciones” a los servicios legales de la Casa Blanca inmediatamente después de la llamada.
“Estaba preocupado por la llamada. Lo que escuché fue impropio. Fue inapropiado que el presidente de Estados Unidos exigiera a un Gobierno extranjero que investigara a un oponente político”, dijo Vindman, el principal experto en Ucrania del Consejo de Seguridad Nacional.
“Mi intención era plantear estas preocupaciones (a mis superiores) porque tenían importantes implicaciones de seguridad nacional para nuestro país. Nunca pensé que estaría sentado aquí testificando frente a este comité y al público estadounidense sobre mis acciones”, defendió Vindman al ser acusado por los republicanos de tener algún tipo de interés político personal.
La audiencia estuvo dividida por bandos partidistas: los demócratas, que trataron de subrayar los hitos de la carrera militar de Vindman y su credibilidad; y los republicanos, que intentaron desacreditarlo.
El presidente ha despotricado contra Jennifer Williams, calificándola de “férrea anti-Trump”. AFP
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“Es teniente coronel Vindman, por favor”, advirtió tajante el militar, marcando distancia con el legislador conservador, uno de los más fieles a Trump en el Congreso.
Por su lado, Williams adoptó un tono menos contundente, aunque sostuvo que la llamada del 25 de julio entre Trump y Zelenski le sorprendió por lo poco habitual de su contenido.
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También reveló su estupor por haber sido citada directamente por Trump en uno de sus mensajes de Twitter este fin de semana en los que la calificó de “nunca trumpista”, como se conoce a quienes desde la campaña electoral de 2016 se niegan a apoyarle a pesar de ser conservadores.
“Ciertamente, me sorprendió. No esperaba ser identificada con ese nombre”, apuntó.
La ONU critica los indultos de Trump GINEBRA. La Alta Comisionada de la ONU para los derechos humanos criticó ayer la decisión del presidente
Donald Trump de indultar a tres militares acusados de crímenes de guerra, calificándola de “inquietante señal”. “Estamos muy preocupados por los indultos concedidos por el presidente de Estados Unidos a tres militares acusados de crímenes de guerra” declaró
Rupert Colville, portavoz de la Alta Comisionada, .
Trump decidió indultar al teniente primero Clint Lorance, condenado por haber ordenado en 2012 disparar a un grupo de tres civiles afganos, de los que dos fallecieron. El oficial ya cumplió seis años de los 19 años de cárcel que la justicia le había impuesto. También indultó a Matt Golsteyn, un exmiembro de las fuerzas especiales del ejército, acusado del asesinato en 2010 de un talibán sospechoso de fabricar bombas. Por último, anuló la decisión de degradar a Edward Gallagher, un soldado miembro de otra unidad de élite, los “Navy Seals”, acusado de haber matado de una puñalada a un joven detenido de la organización yihadista Estado Islámico y de haber ejecutado a otros civiles. Gallagher había sido exculpado en julio de la mayoría de esas acusaciones, pero había sido condenado por posar en una foto con otros “Seals” junto al cadáver del joven yihadista.Esos indultos “son contrarios a la letra y el espíritu del derecho internacional que exigen que los responsables rindan cuentas”, aseguró Colville. |