Luego del pánico que hubo el lunes, el personal docente y alumnos retornaron ayer a las aulas de clases del Centro de Desarrollo del Niño San José de La Salle de la colonia La Pradera y realizaron actividades recreativas para borrar las imágenes de lo ocurrido.
Hubo actividad en todos los grados de primaria y los docentes expresaron el apoyo psicológico a los niños; sin embargo, como era de esperar, no todos llegaron a recibir el pan del saber.
La dirección de la institución educativa decidió cambiar la rutina y en lugar de impartir las clases los maestros incentivaron a los niños a no temer, ya que lo ocurrido no tuvo mayores consecuencias. Ana María Matamoros, subdirectora del centro, dijo que los padres de familia deben apoyar también a sus hijos para que superen el trauma. “Lo que queremos es que los padres de familia traigan a sus niños a la escuela porque aquí estarán seguros, pues lo ocurrido fue algo circunstancial”, aseguró Matamoros. También aclaró que en ningún momento los pandilleros ingresaron a la escuela.
“Lo que más nos confundió fue que los policías entraron encapuchados y ante la alarma de los disparos lo que hicimos fue mantener a los niños en el suelo y por eso aclaramos que los pandilleros nunca entraron a la escuela”, afirmó.
La dirección de la escuela tuvo una reunión ayer con los padres de familia para explicarles lo ocurrido y comunicarles de la planificación especial para que los niños logren superar el trauma que les produjo el tiroteo entre policías y mareros que dejó herida a una escolar.
Al presidio
El Juzgado de Turno del Centro Integrado envió ayer en horas de la mañana a los detenidos al Centro Penal Sampedrano. Junior Alexander Gómez Rivera, 18; Bryan Said Hernández López, 18; y Carlos Enrique Hernández Díaz, 22, fueron enviados al presidio bajo los cargos de asociación ilícita y tentativa de homicidio.