Más de cien jóvenes mexicanos llegaron al departamento de Colón, para ayudar a comunidades pobres en las áreas de salud, educación y convivencia.
Se trata de voluntarios de la asociación Edifi-K, que por cuatro años consecutivos están viniendo al país, y que por primera vez llegan a esta región.
Edifi-K es una asociación civil fundada por jóvenes mexicanos con el fin de ayudar a las comunidades de escasos recursos a través de trabajos de construcción y formación buscando transformar la realidad social de ellas.
Los jóvenes, en su mayoría universitarios, vienen de la ciudad de México y desde hace más de un año empezaron a preparar el camino que los trajo a esta zona a través de la Iglesia Católica de la Diócesis de Trujillo.
“Vamos a estar en varias comunidades de los municipios de Trujillo, Santa Rosa de Aguán y Santa Fe, donde iremos edificando posibilidades que les permitan salir adelante”, explicó Eduardo Piza, representante de esta fundación de ayuda humanitaria. Durante la Semana Santa, los voluntarios iniciaron labores de reparación y restauración de escuelas, centros comunitarios y capillas de varias aldeas, así como pláticas y reuniones de formación dirigidas a los niños, jóvenes y adultos en temas de higiene, salud y convivencia.
Presidente Lobo los recibió
A su llegada, los jóvenes mexicanos fueron recibidos por el presidente Porfirio Lobo Sosa; el embajador de México en el país, Tarcisio Navarrete y las autoridades locales de los municipios de Trujillo, Santa Fe y Santa Rosa de Aguán, quienes resaltaron la labor de estos jóvenes que vienen a compartir su solidaridad y hermandad con los jóvenes hondureños.
“Estamos aquí para ser testigos de la generosidad de nuestro pueblo para con los hondureños, y estos jóvenes que han tenido esta iniciativa ayudan a fortalecer las relaciones entre las dos naciones hermanas, por lo que nos alegra compartir con estos municipios y la oportunidad que nos dan para poder llegar, les agradecemos”, dijo el embajador de México. “Nosotros tratamos humildemente de mostrar solidaridad y que podemos vivir en un espíritu tanto de hermandad como de amor cristiano para edificar la sociedad”, dijo Andrés Bárbara, uno de los voluntarios.