A la espera de que el Banco Interamericano de Desarrollo, BID, desembolse los fondos para continuar con los proyectos de infraestructura, culturales y educativos en el Valle de Sula se encuentra el nuevo director del programa Paz y Convivencia, el médico veterinario Gustavo Valenzuela.
“El BID no ha desembolsado los fondos porque está esperando que el país sea readmitido en la Organización de Estados Americanos, OEA”, manifestó el nuevo funcionario. Valenzuela explicó que para este año hay una gama de proyectos que se pretenden realizar a beneficio de los jóvenes en riesgo social, entre los que destacan la construcción de bibliotecas, casas de la cultura, centros de atención integral, CAI; además de la remodelación del Centro Amigos para Siempre en el barrio Sunseri y la modernización del servicio telefónico que brinda el 199.
“Quedaron varias obras inconclusas, las cuales el anterior director Jacobo Regalado trató de terminarlas, pero no le fue posible por lo sucedido el 28 de junio y entonces lo que a mí me toca es terminarlas y gestionar el dinero para poder levantar otras en los 17 municipios del Valle de Sula”, manifestó. Valenzuela agregó que actualmente están en una etapa de finalización de proyectos para presentárselos al BID para que esta institución libere los fondos una vez que Honduras sea reconocida por la comunidad internacional.
Prevención Paz y Convivencia es un programa para impedir que niños y jóvenes engrosen las filas de la delincuencia y para reinsertar a adolescentes de las maras en la sociedad. El BID dio un financiamiento de 20 millones de dólares para la operatividad del programa y la Alcaldía sampedrana una contraparte de dos millones de dólares. El funcionario dijo que para darle continuidad a algunas obras sólo cuenta con un fondo de más de tres millones y medio de dólares.
Sin embargo, “hay que pagar deudas de proyectos anteriores que se ejecutaron, capacitaciones y consultorías así que más o menos vamos a contar con un millón y medio de dólares para nuevos proyectos”. Valenzuela añadió que el Observatorio de la Violencia no ha dejado de funcionar. “Se está trabajando no sólo en recabar datos estadísticos, sino que en otros aspectos que le pueden servir a las autoridades municipales”, indicó. Respecto al personal con el que cuenta, dijo: “Tengo el necesario y es de mucha experiencia. Desde agosto de 2009 no se les paga pues el BID no ha dado dinero para la cancelación de los sueldos”.