Tegucigalpa, Honduras.
Los pandilleros que mantienen el control en los centros de menores infractores se han valido de toda clase de artimañas para hacer que el personal administrativo y de servicio se vayan y los dejen dejen solos.
Desde hace dos meses, dos de los tres centros de internamiento de la capital se encuentran bajo el control de los pandilleros de la 18, quienes sacaron a todo el personal administrativo y el que ha quedado es solamente para llevarles la comida hasta el portón, de ahí ya no pueden permanecer en el lugar.
La crisis de descontrol en el centro Renacer comenzó cuando los pandilleros lanzaron a la cocina varios sapos a los cuales les abrieron el abdomen, esto asustó a las cocineras, quienes no regresaron al lugar.
Luego siguieron con el personal administrativo, al cual le quitaron las llaves y los sacaron del lugar dándoles la instrucción de que solo debían llegar para llevarles la comida.
En este centro, los menores tienen en su poder armas de fuego de diferentes calibres, y hasta el momento ninguna autoridad ha querido retomar el control del lugar.
Pasos
Con la esperanza de rescatar el control en el Centro Preventivo ubicado en el Escuadrón de Operaciones Especiales Cobra, ayer las nuevas autoridades se presentaron ante los 52 internos, miembros de la pandilla 18.
La nueva directora, Silvia Julay, explicó a los menores que su objetivo es tratar de ayudarles en su proceso de rehabilitación y reinserción a la sociedad.
Los pandilleros que mantienen el control en los centros de menores infractores se han valido de toda clase de artimañas para hacer que el personal administrativo y de servicio se vayan y los dejen dejen solos.
Desde hace dos meses, dos de los tres centros de internamiento de la capital se encuentran bajo el control de los pandilleros de la 18, quienes sacaron a todo el personal administrativo y el que ha quedado es solamente para llevarles la comida hasta el portón, de ahí ya no pueden permanecer en el lugar.
La crisis de descontrol en el centro Renacer comenzó cuando los pandilleros lanzaron a la cocina varios sapos a los cuales les abrieron el abdomen, esto asustó a las cocineras, quienes no regresaron al lugar.
Luego siguieron con el personal administrativo, al cual le quitaron las llaves y los sacaron del lugar dándoles la instrucción de que solo debían llegar para llevarles la comida.
En este centro, los menores tienen en su poder armas de fuego de diferentes calibres, y hasta el momento ninguna autoridad ha querido retomar el control del lugar.
Pasos
Con la esperanza de rescatar el control en el Centro Preventivo ubicado en el Escuadrón de Operaciones Especiales Cobra, ayer las nuevas autoridades se presentaron ante los 52 internos, miembros de la pandilla 18.
La nueva directora, Silvia Julay, explicó a los menores que su objetivo es tratar de ayudarles en su proceso de rehabilitación y reinserción a la sociedad.
