De estas tarjetas engavetadas, sólo la oficina de Tegucigalpa reporta un cuarto de millón. Estas tarjetas están depositadas en casilleros especiales y bien ordenadas, de forma tal que cuando un ciudadano llega a tramitar una reposición, lo primero que hace el RNP es buscarla entre las no reclamadas y en muchos casos ahí se encuentra.
“Nosotros mantenemos un promedio de un millón de tarjetas en los gaveteros”, dijo el gerente del Programa de Identificación Nacional, PIN, Sigfrido Zepeda Zúñiga.
Antes de que el Congreso Nacional aprobara un cobro de 200 lempiras por reposición de tarjetas de identidad, la ciudadanía se acercaba con mayor frecuencia a tramitar un documento de esta naturaleza. Ahora, como sabe que va a pagar, la tramita sólo si realmente la necesita. Por esa razón, según funcionarios del RNP, se justifica este cobro.
La institución gasta unos 200 lempiras por cada tarjeta emitida, lo que significa una pérdida acumulada de unos 200 millones. En los últimos años, la principal causa de trámite de una reposición de tarjeta de identidad es el extravío por robo de carteras.