Al ejecutar el tercer día de paro, los transportistas lograron sumergir ayer a Tegucigalpa en enfrentamientos con piedras y gases lacrimógenos, bloqueos de calles con automóviles, retiros obligados de pasajeros de los autobuses y congestionamiento vehicular.
La capital se convirtió en la ciudad más golpeada con la medida de presión que los empresarios del transporte de pasajeros ejercieron en los últimos días con la intención de alcanzar la reducción de L20 en el precio del galón de los combustibles.
Municipios
En la tarde de ayer, transportistas de la costa norte bloquearon la carretera que conduce de San Pedro Sula a Tegucigalpa en la intersección de Villanueva con San Manuel, Cortés. En El Progreso, Yoro, los transportistas cerraron el paso hacia Santa Rita
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Mientras desolaban las calles con esa medida, una comisión de los transportistas y delegados del Gobierno se sentaron a la mesa a negociar, pero concluyeron el día sin resultados.
Dado a que las negociaciones no progresaron, el paro continuó el viernes, los transportistas dieron tregua el sábado y domingo y ayer lo reactivaron. A las 8:00 am, incluso en algunas zonas desde las 6:00 am, los transportistas taponaron ayer con buses y taxis las entradas de Tegucigalpa para asfixiar la actividad económica. Antes de mediodía, en un intento de despejar las vías en la colonia Loarque, policías lanzaron gases lacrimógenos a los transportistas y estos reaccionaron lanzando piedras.
Parte del anillo periférico estuvo despejado, pero frente a la colonia Quezada los mototaxis bloquearon toda la vía, incluso la mediana.
En esa reunión participó Epaminondas Marinakis, director de la Cámara Nacional de Turismo de Honduras (Canaturh), Francisco Herrera, rector de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah); Julio Raudales, presidente del Colegio Hondureño de Economistas (Che), Antonio Méndez, vicepresidente de la Asociación de Municipios de Honduras (Amhon), Rafael Sánchez, presidente de la Asociación de Mercados, y representantes de otras organizaciones. “Estos L20 representan una reducción del Presupuesto General de la República por más de L7,000 millones. Las municipalidades por sí solas reciben una transferencia del Gobierno de L5,458 millones; significa que las municipalidades podrían quedarse sin transferencia municipal para todos nuestros planes de inversión municipal (...)”, explicó Méndez.
A las 4:00 pm, Ebal Díaz, ministro de la Presidencia, ofreció una conferencia para anunciar que la comisión del Gobierno había hecho “propuestas bastante interesantes y beneficiosas para las bases del sector de transporte de pasajeros: taxis, mototaxis, urbano, así como el interurbano”. Sin embargo, no adelantó ninguna solución.
Regiones
En San Pedro Sula, los transportistas estacionaron taxis en las tres entradas, pero dejaron un carril libre para permitir la circulación de automóviles particulares. En la entrada a la colonia Felipe Zelaya, los transportistas ejecutaron medidas más drásticas al paralizar completamente el tráfico cada media hora.
La 33 calle, una vía importante para el transporte de carga, se congestionó de camiones y tráileres a causa de la obstrucción mediante taxis y buses. Por la tarde, miles de personas se aglomeraron en las paradas de buses esperando la manera de regresar a sus casas. Algunos tuvieron suerte de retornar a jalón en pailas.
Por la noche, la Policía Nacional tuvo que desalojar protestantes en la CA-5 en Siguatepeque, y en la CA-4 en Santa Rosa de Copán. En la 27 calle de San Pedro Sula también les tocó desalojar a un grupo que pretendía obstaculizar el paso.
Las manifestaciones continuaron anoche en la capital evitando que las personas particulares llegaran temprano a sus viviendas.