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Tragedia penal de Comayagua es la peor de Latinoamérica en 7 años

  • 04 marzo 2017 /

En la prisión hondureña murieron 361 personas por un incendio en 2012.

    Comayagua, Honduras

    La inseguridad, corrupción, problemas de infraestructura y condiciones infrahumanas que hay en varias de las cárceles de Latinoamérica es el detonante para que en estas prisiones se hayan registrado varias de las peores tragedias carcelarias del mundo en los últimos años.

    Ya sea por motines o accidentes, la región ha sido escenario de cientos de muertes en los centros penitenciarios, los cuales son constantemente señalados por su alta peligrosidad.

    Dato
    Muertes en el penal de Comayagua. La tragedia de la granja penal de Comayagua enlutó a cientos de familias. De los 361 fallecidos en el incendio, 360 eran reos del penal y una persona era visitante
    Desde 2010 a la fecha, han habido varias tragedias que han horrorizado al mundo y enlutado a los países latinoamericanos, la más grande de ellas fue la ocurrida en la gran penal de Comayagua, Honduras, la peor en los últimos siete años.

    Era 14 de febrero de 2012 cuando accidentalmente inició un incendio a la medianoche en el interior de la cárcel de Comayagua.

    La cantidad de muertes convirtió a esta, en la peor catástrofe de la historia carcelaria hondureña, pues fallecieron 361 personas.

    La tragedia de Comayagua estremeció al mundo.
    Situación extrema

    El hecho estremeció al mundo y enlutó a cientos de familias hondureñas.

    Casi todas las personas murieron quemadas por las llamas, y el resto por asfixia.

    La fatalidad de la tragedia en Comayagua fue de tal magnitud que el cementerio principal del municipio hondureño fue insuficiente para poder enterrar a todas las personas que murieron durante el incendio.

    Tras la fatalidad se hizo varias mejoras a este centro penal, especialmente para mejorar su sistema eléctrico.

    Las 361 muertes en la granja penal de Comayagua son la peor tragedia carcelaria de los últimos 30 años en Latinoamérica y una de las peores del mundo.

    Más fatalidades. Un incendio también fue la causa del segundo desastre más grande registrado en los últimos años en las cárceles de Latinoamérica.

    En 2010, un siniestro provocado adrede por reclusos causó que en la cárcel de San Miguel, de Chile, fallecieran 81 personas y resultaran 13 con graves heridas.

    La tercera peor desgracia carcelaria fue el 25 de enero de 2013 en Uribana, en el occidente de Venezuela, donde debido enfrentamientos en el interior de esta prisión provocaron la muerte de 58 personas y además unas 95 quedaron heridas.

    Entre los fallecidos durante este incidente no solo había reclusos, también había guardias y trabajadores de la prisión.

    En la cárcel de Manaos, Brasil, murieron 56 reos.
    Violencia desatada

    Este año se produjo una de las fatalidades carcelarias más grandes de los últimos años en la región cuando en la prisión Manaos, Brasil, unas 56 personas fallecieron durante un motín que duró 17 horas.

    La revuelta fue originada por una disputa entre grupos rivales dentro de la prisión Anísio Jobim.

    Además, aprovechando el grave incidente en la prisión brasileña, varios reclusos escaparon.

    La cuarta tragedia más grande en prisiones de Latinoamérica en los últimos siete años fue la muerte de 52 reclusos del penal de Topo Chico, ubicado en la zona metropolitana de Monterrey, capital del estado de Nuevo León.

    Ríos de sangre

    La quinta peor fatalidad penitenciaria de los últimos siete años también fue en Nuevo León, México, solo que esta vez ocurrió en Apodaca.

    Fue el 19 de febrero de 2012, cuando murieron 44 personas durante un violento enfrentamiento dentro del Centro de Readaptación Social, mejor conocido como Cereso.

    Durante el incidente, también 30 presos lograron fugarse.

    Según reportes de las autoridades, el conflicto inició debido a que grupos del crimen organizado recluidos en esa prisión mexicana, entre ellos los Zetas y miembros del cartel del Golfo, se enfrentaron por el control del centro penal.