El progreseño Natividad Rodríguez jamás podrá olvidar la noche del 11 de enero de 2007. Pese a recibir cinco impactos de bala de AK 47, aún vive para contarlo.
A un año y tres días del hecho, no olvida esa noche cuando sujetos aún no identificados atacaron con armas de grueso calibre el carro en que se conducía con otros cinco amigos futbolistas, cuatro de los cuales no sobrevivieron a la 'lluvia' de balas.
El grupo regresaba del campo El Bejuco, contentos porque habían ganado un partido de fútbol, cuando cerca de Arena Blanca fueron sorprendidos.
'Éstos nos van a matar', alcanzó a decir Natividad, sin saber que en ese momento cuatro de sus compañeros ya estaban muertos, por eso nadie le contestó.
Recuerda que los delincuentes no paraban de disparar. 'Era como si estuviera cayendo una tormenta de balas. Yo le hablaba a mi compañero de a lado, pero no me contestaba', manifestó.
Después supo que estaba herido porque sentía la sangre caliente recorriéndole el cuerpo, pero optó por hacerse el muerto, presintiendo que los asesinos podrían acabar con su vida.
En efecto, los individuos se acercaron al taxi y empezaron a darles tirones a los ocupantes para ver si todos estaban muertos. Recuerda que lo arrastraron fuera del vehículo porque presentían que todavía estaba vivo.
Confusión
Rodríguez dijo que en ese momento en lo único que pensó fue en la muerte. Sin embargo, antes de volver a disparar sus armas los delincuentes decidieron interrogar al único de los ocupantes que se encontraba ileso, un muchacho identificado como 'Carita'. Esa fue la salvación: los malhechores se dieron cuenta que se habían equivocado de objetivo cuando 'Carita' los convenció que eran jugadores aficionados; les manifestó que en el baúl del taxi venían los implementos deportivos.
'Siempre supe lo que había ocurrido, porque nunca perdí el conocimiento. Ahora lamento no haber podido estar en el entierro de mis compañeros pues me encontraba interno en un hospital sampedrano', relató. En el centro asistencial permaneció más de 15 días, allí le hicieron una mala praxis quirúrgica, por eso fue intervenido otra vez. 'Fueron meses tristes para mí, me di cuenta que en un instante uno puede morir'.
Recordó que pensó en irse del país, pero expresó que estaba seguro que los sujetos que los atacaron se habían equivocado.
Ahora trata de llevar su vida normal y continúa disfrutando del fútbol y reza por la paz de sus amigos.
Antecedentes
Según datos proporcionados por la Policía, en la escena se encontraron más de 100 casquillos.
No se conocen responsables de las muertes de Carlos Adín Manzanares, Enrique Omar Palacios, Michelin Gilberto Fernández y Celso Alberto Calderón.
