24/04/2024
11:51 PM

Sin identificar nexo epidemiológico de recluso que murió por COVID-19

El privado de libertad murió hace diez días dentro de la cárcel. Autoridades del INP dicen que desde que inició la emergencia tomaron medidas drásticas para evitar contagios.

SAN PEDRO SULA.

Hasta ayer no habían identificado el contacto epidemiológico que dentro de la Penitenciaria Nacional de Ilama, Santa Bárbara, contagió de COVID-19 al reo que murió en ese reclusorio el 20 de abril.

Debido eso tuvieron que intervenir la cárcel con equipos de Salud y el Juzgado de Ejecución ordenó a las autoridades que declararan emergencia.

La prueba positiva del privado de libertad fue confirmada el 26 de abril luego de que le practicaran la autopsia en la morgue y un microbiólogo de Salud llegara a hacer el hisopado para el test de PCR que identificó la infección por coronavirus.

Medidas
1- Evalúan personal del centro penal.El personal médico, de seguridad, aseo y administración es evaluado para identificar el nexo epidemiológico.

2- No hay reos con síntomas de COVID Según el INP, no hay presos con síntomas de COVID-19.

3- A las autoridades que hicieron el levantamiento y a quienes recogieron el cuerpo les hicieron pruebas.
Al recibir la confirmación, equipos de respuesta de Salud comenzaron con la intervención e intensificaron las medidas de prevención aislando a los privados de libertad en sus módulos donde los tienen a un metro de distancia entre ellos, así como usando mascarillas y lavándose frecuentemente las manos.

El médico del Instituto Nacional Penitenciario (INP), Eduardo Humberto Retes, explicó ayer en conferencia de prensa que al haberse presentado el caso cero se procedió en conjunto con la Región Sanitaria 16 de Santa Bárbara a conformar un equipo para establecer el nexo epidemiológico del recluso de 52 años que se encontraba en una celda junto con otras cuatro personas privadas de libertad.

En las cárceles de Honduras, hay unos 22,000 privados de libertad y se están haciendo fumigaciones, limpiezas y evaluaciones a los reclusos.
Agregó que entrevistaron a los cuatro contactos y les tomaron muestras para el PCR para determinar si estas personas también tienen o no el virus y se está a la espera de los resultados.

“La persona que falleció no tenía antecedentes de salud porque era sana y nos informan sus compañeros de celda que a las 2:00 de la tarde estuvo en el patio tomando sol, subió a su celda y a las 6:00 de la tarde tomó sus alimentos con sus compañeros y después procedieron a la 7:00 pm a un culto”, relató el médico del INP.

De forma preventiva se dará microdasyn y hiermecticina además de las medidas de higiene de los reos.

Eduardo Humberto retes, médico del INP
Indicó que un compañero de celda les manifestó que el privado de libertad que murió le dijo que tenía un fuerte dolor en el pecho y que repentinamente se fue para atrás, por lo que fue levantado y llevado por los demás a la clínica. Al ser examinado por el médico de turno lo declaró muerto porque llegó sin signos vitales.

Retes expresó que hicieron un muestreo al azar para establecer el nexo epidemiológico de todas las personas que tuvieron contacto con el paciente cero y no tienen síntomas de COVID-19; además, se entrevistó a los posibles contactos como personal de salud del centro penitenciario, personal de seguridad, cocina, aseo y administrativo, y “hasta este momento la región sanitaria no puede establecer un nexo epidemiológico”.

El director de centros penales, José Gonzales, indicó que dentro de las primeras acciones que realizaron cuando empezó la pandemia se capacitó al personal, se suspendieron visitas en todos los centros penitenciarios para evitar que el virus llegara a los internos.

Desde que inició la emergencia se tomaron medidas para evitar contagios dentro de los centros.

José Gonzales, director del INP
Recalcó que los privados de libertad en su mayoría no salieron a audiencias y solo lo hicieron los que los jueces requerían de su presencia, “solo se autorizaron las salidas de salud de emergencia y los pacientes que requieren atención médica por enfermedades como la diabetes”.

Con la muerte del privado de libertad por COVID- 19, el Juzgado de Ejecución en materia penal determinó que además de aislar a todos los reclusos, el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager) deberá cooperar para que se le practiquen evaluaciones a todos los reos.

El personal del Juzgado de Ejecución hizo una inspección ayer acompañados de organismos de derechos humanos. Los restos del privado de libertad que murió por coronavirus siguen en la morgue de San Pedro Sula en el congelador.

Foto: La Prensa

En la morgue de San Pedro Sula sigue el cuerpo del recluso porque el personal de Sinager no lo llega a traer.