La Iglesia católica resaltó la labor de los profesionales de Salud durante la pandemia y criticó los débiles sistemas de salud y de justicia durante el viacrucis del Viernes Santo que se conmemoró sin peregrinos en los templos, por segundo año, por el covid-19.
La procesión en Tegucigalpa se inició en la iglesia San Francisco y se hizo con las imágenes de Jesucristo, cargando la cruz, y la virgen María, en la parte trasera de dos carros.
Las imágenes recorrieron las 14 estaciones de la Pasión de Cristo, mientras miembros de las iglesias leían los pasajes que narran desde la condena a muerte de Jesús hasta el momento en que es colocado en el sepulcro.
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Una veintena de católicos se concentraron frente a cada una de las estaciones del viacrucis para orar; otros siguieron la procesión a través de la televisión de la Iglesia católica, la radio y sus redes sociales.
Algunas parroquias recrearon los momentos vividos por Jesús de Nazaret, guardando la distancia, en cumplimiento al protocolo de bioseguridad.
El padre Juan Carlos Martínez indicó que el objetivo es mantener viva la tradición que la gente vive con devoción, piedad y amor, participando en el recorrido del Señor Jesús hacia la cruz.
El vicario de la Arquidiócesis de Tegucigalpa, Carlo Magno Núñez, quien recién se recuperó del covid-19, pidió orar por el personal sanitario que ha “ofrendado su vida por que muchos vivamos”.
En Comayagua se expuso una bella alfombra en la Casa de la Cultura.
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La procesión pasó por la iglesia metropolitana, después llegó a la iglesia Los Dolores y siguió al templo El Calvario.
En Comayagua se expuso una bella alfombra en la Casa de la Cultura.
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El camino continuó por la parroquia Medalla Milagrosa y La Guadalupe, pasando por la iglesia San Martín de Porres, luego a la Divina Providencia del bulevar Suyapa, después se llegó a Miraflores, la Kennedy y se culminó en la basílica menor de Suyapa.
n la iglesia El Calvario, de Comayagüela, hicieron un pequeño cuadro vivo para dramatizar el sufrimiento de Jesucristo.