Tegucigalpa. Limitado por la falta de acceso al servicio de cámaras de vigilancia, el Sistema Nacional de Emergencia 911, según su unidad de estadísticas, entre enero y octubre atendió 750,827 llamadas telefónicas.
El promedio mensual se mantuvo entre 68,735 y 79,805. Del monto total, 124,952 llamadas al 911 se trataron de denuncias sobre delitos comunes, 103,584 sobre peticiones de asistencia de todo tipo, 88,311 fueron llamadas de emergencias médicas, 88,014 llamadas sobre delitos contra la mujer u hombre, 87,228 reportes de accidentes de tránsito y 73,980 se trataron de solicitudes de investigación.
Asimismo, se registraron 44,943 denuncias de delitos contra la propiedad, 34,509 sobre delitos contra la vida, 27,581 relacionados con incendios y 12,126 estuvieron relacionadas a denuncias de delitos contra la niñez y adolescencia.
También aparecen 5,206 llamadas vinculadas a desastres naturales, dos llamadas sobre denuncias de delitos electorales y 2,393 relacionadas “a otras causas de muerte”.
De acuerdo con los datos de la unidad de estadística del 911, en el 2021 en el Distrito Central se reportaron 281,317 llamadas y en este año, 199,106.
En abril de 2013, la Policía Nacional habilitó el 911 con el fin de fortalecer su capacidad operativa en Tegucigalpa, Comayagüela y San Pedro Sula. Sin embargo, en 2015, el Gobierno, mediante ley, determinó crear el Sistema Nacional de Emergencia.
La finalidad era que los diferentes cuerpos de seguridad e instituciones de salud y emergencias del país actuaran de manera coordinada para dar respuesta de calidad a la población ante una necesidad urgente o catástrofe que pueda comprometer la vida, libertad, seguridad e integridad de las personas o de sus bienes.
Con esta ley se le quitó el 911 a la Policía y se estableció que jerárquicamente quedaría bajo la coordinación del Consejo Nacional de Defensa y Seguridad, el cual ordenó una inversión millonaria en tecnología.