Tegucigalpa. El paso de las tormentas tropicales Eta y Iota y las constantes lluvias que se registran en los últimos días reflejan la necesidad de un sistema de alerta temprana eficiente que permita a los ciudadanos actuar con precaución para prevenir pérdidas humanas y materiales.
A través del proyecto Satélite Morazán, que se desarrolla en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah), el país contará con un sistema de alerta temprana satelital, el cual ayudará a que las poblaciones en riesgo, específicamente las que viven en la ribera del río Ulúa, puedan actuar a tiempo ante una amenaza natural.
Las autoridades de la Unah trabajan en la construcción del cuarto limpio, en el cual se ensamblará el satélite, que será un nanosatélite en forma de cubo de 1.33 kilogramos. También se trabaja de forma paralela en la edificación de la estación terrena, que es donde llegará la información de las cuencas hidrográficas a través de la comunicación entre los sensores y el satélite. Ya en la órbita espacial, el proyecto permitirá la toma de decisiones orientadas a la gestión de riesgo de desastres en la región centroamericana, dieron a conocer los expertos.
Morazán es el primer satélite hondureño que se pondrá en órbita, el proyecto se desarrolla con el apoyo de la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (Jaxa, por sus siglas en inglés), la Nasa y otras entidades internacionales.
Fernando Zorto, quien es parte del equipo de expertos que harán realidad el proyecto, dio a conocer más detalles de cómo funcionará el satélite al ponerlo en órbita.
“Lo que genera el satélite como tal es un sistema de alerta temprana completamente innovador, el cual permite identificar cuáles son las medidas o niveles de los ríos y de esa manera notificará aguas abajo para que puedan desalojar las zonas o territorios que están en riesgo”, explicó.
El satélite medirá los niveles de los ríos Ulúa en Honduras, Salamá en Guatemala y el río Matina en Costa Rica. En el caso de Honduras, se colocarán varios sensores a lo largo del Ulúa, que en los últimos días su crecida ha dejado a varias personas afectadas por el desborde. “Los sensores en las cuencas lo que hacen es mandar al satélite la información y generar los procesos de comunicación.
El satélite servirá como una repetidora a nivel nacional para que cualquier persona que tenga problemas por inundaciones lo use como una antena de comunicación y de esa manera se enviará esa información a los cuerpos de rescate a nivel nacional”, especificó el ingeniero.
Avances
Actualmente, los equipos de la Unah trabajan en la construcción de la infraestructura y los sensores para la operación del proyecto. Se prevé que el satélite esté en funcionamiento en 2023.
En cuanto al esquema de trabajo vamos bastante bien, no tenemos grandes retrasos en toda la planificación”, señaló Javier Mejuto, jefe del departamento de Arqueastronomía y Astronomía Cultural de la Unah, quien también es parte del proyecto.
Mejuto expresó que el proyecto, además de tener un componente académico, contribuirá al conocimiento nacional e internacional.
“Abre una serie de posibilidades y oportunidades para los jóvenes de la Unah para que se puedan dedicar a esa área muy importante que no existía antes en el país, y también a nivel nacional como internacional es una contribución que hace Honduras al conocimiento, ya que los datos que vamos a obtener son datos de una problemática que tienen muchas comunidades en el mundo por las inundaciones”, expresó.