El corazón arquitectónico e histórico de esta ciudad, declarado Monumento Histórico Nacional, se desmorona a la vista de todos.
Monumentos, casas centenarias y edificios emblemáticos —con profundas raíces en la historia de Honduras— presentan muros resquebrajados y severos daños que amenazan con borrar valiosos capítulos del legado cultural de la región.
Entre las edificaciones más afectadas se encuentran la Casa de la Cultura, un inmueble de invaluable valor arquitectónico y pilar de la identidad local, así como la histórica Logia Masónica, otro edificio que forma parte esencial de la memoria de la Sultana de Occidente.
Estos sitios no solo representan un tesoro arquitectónico, sino también pilares de la identidad y la memoria colectiva de la región.
Clamor ignorado: Antropología e Historia hacen caso omiso
Lo más alarmante de esta crisis patrimonial sería indiferencia del Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH), la entidad responsable de velar por la protección de estos bienes culturales.
Según denuncias de la comunidad y de las autoridades locales, las peticiones y llamados urgentes para la restauración de los inmuebles han caído en completo caso omiso por parte del IHAH.
Según denuncias de la comunidad y de las autoridades locales, las peticiones y llamados urgentes para la restauración de los inmuebles han caído en completo caso omiso por parte del IHAH.
“El tiempo se agota y cada día de retraso es una amenaza más para estos tesoros nacionales”, declaró Mauricio Arévalo, director de la Casa de la Cultura, a La Prensa, alzando su voz a través de los medios de comunicación.
La comunidad exige una intervención inmediata para salvar estos edificios antes de que sea demasiado tarde y se pierda, de manera irreparable, una parte fundamental del patrimonio histórico nacional.