San Pedro Sula, Honduras.
“Antes de que se colocaran estas trancas, yo era testigo de hasta 10 asaltos diarios a estudiantes, y a cualquier hora”, dice Juan Castro, dueño de una pulpería de la colonia Villas del Sol.
Pero su relato no termina ahí, tiene ya 25 años de vivir en esa residencial y hace seis años instalaron los portones en la colonia. “Nosotros hemos sentido como ha mejorado nuestra vida en la colonia y aunque paguemos seguridad los hechos delictivos han bajado”, asegura.
Villas del Sol es una colonia cercana a la Universidad del Valle de Sula, donde la mayoría de dueños de casas rentan habitaciones a universitarios. Marilyn Rivera, exdirectiva del patronato y una de las pioneras de la colocación de trancas y portones, considera que “se han reducido los hechos delictivos en un 90% y eso vale el pago de la seguridad”. Rivera dice que las autoridades municipales deben apostarle a la convivencia en las colonias porque generalmente los que se oponen lo hacen por capricho.
En un comunicado público, la alcaldía informó que las trancas y portones son ilegales y que no ha autorizado ni autorizarán su instalación. Las autoridades manifiestan que en caso de denuncias se agotará la conciliación y de no llegar a un arreglo se procederá a quitar los dispositivos. El anuncio ha generado opiniones encontradas porque hay personas que están en contra de esas medidas por la libre locomoción y las autoridades dieron a conocer que hay varias denuncias, aunque no precisan cuantas ni de que colonias son.
Oposición
En todas los barrios y colonias hay gente en contra de los dispositivos, pero los patronatos dicen que son minoría. “La inseguridad en que vivimos nos ha obligado a buscar medidas y a organizarnos”, expresó Juan Mendoza de la colonia Júpiter. A juicio de Edwin Mendoza, que reside en la colonia Ideal, las trancas obstaculizan la libre locomoción y deberían quitarlas. “Si quiere entrar una ambulancia o hay un incendio, con las calles cerradas puede ocurrir una tragedia”, explicó.
Mientras la incertidumbre crece, los patronatos se mantienen alerta y esperan que la Municipalidad no proceda a retirar trancas mientras no tengan reuniones porque nadie les garantiza seguridad.
“Antes de que se colocaran estas trancas, yo era testigo de hasta 10 asaltos diarios a estudiantes, y a cualquier hora”, dice Juan Castro, dueño de una pulpería de la colonia Villas del Sol.
Pero su relato no termina ahí, tiene ya 25 años de vivir en esa residencial y hace seis años instalaron los portones en la colonia. “Nosotros hemos sentido como ha mejorado nuestra vida en la colonia y aunque paguemos seguridad los hechos delictivos han bajado”, asegura.
Villas del Sol es una colonia cercana a la Universidad del Valle de Sula, donde la mayoría de dueños de casas rentan habitaciones a universitarios. Marilyn Rivera, exdirectiva del patronato y una de las pioneras de la colocación de trancas y portones, considera que “se han reducido los hechos delictivos en un 90% y eso vale el pago de la seguridad”. Rivera dice que las autoridades municipales deben apostarle a la convivencia en las colonias porque generalmente los que se oponen lo hacen por capricho.
En un comunicado público, la alcaldía informó que las trancas y portones son ilegales y que no ha autorizado ni autorizarán su instalación. Las autoridades manifiestan que en caso de denuncias se agotará la conciliación y de no llegar a un arreglo se procederá a quitar los dispositivos. El anuncio ha generado opiniones encontradas porque hay personas que están en contra de esas medidas por la libre locomoción y las autoridades dieron a conocer que hay varias denuncias, aunque no precisan cuantas ni de que colonias son.
Oposición
En todas los barrios y colonias hay gente en contra de los dispositivos, pero los patronatos dicen que son minoría. “La inseguridad en que vivimos nos ha obligado a buscar medidas y a organizarnos”, expresó Juan Mendoza de la colonia Júpiter. A juicio de Edwin Mendoza, que reside en la colonia Ideal, las trancas obstaculizan la libre locomoción y deberían quitarlas. “Si quiere entrar una ambulancia o hay un incendio, con las calles cerradas puede ocurrir una tragedia”, explicó.
Mientras la incertidumbre crece, los patronatos se mantienen alerta y esperan que la Municipalidad no proceda a retirar trancas mientras no tengan reuniones porque nadie les garantiza seguridad.
