23/04/2024
03:19 PM

Esta tarde se espera otra crecida de los ríos Chamelecón y Ulúa tras paso de Iota

  • 19 noviembre 2020 /

Copeco pidió nuevamente a la población del Valle de Sula seguir en los albergues o si aún está en las viviendas, abandonarlas lo más pronto posible.

San Pedro Sula, Cortés.

La Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), en conferencia de prensa desarrollada en las instalaciones del 911 en San Pedro Sula, anunció que se esperan crecidas en los ríos Ulúa y Chamelecón para horas de la tarde de este jueves.

El aumento del caudal de los ríos se deriva de las copiosas lluvias que se han estado registrando en la región occidental del país, lo que repercutiría negativamente en las zonas del Valle de Sula.

'Tenemos el suelo saturado, una gran cantidad de agua y estamos esperando más por la tarde. Le hacemos un nuevo llamado a la población para que continúe en los albergues', manifestó Jaime Omar Silva, comisionado noroccidental de Copeco.

Señaló que “aunque tenemos una mejora en estos sectores, queremos decirle a la población que todavía estamos esperando una bajada de agua que trae el río y, por consiguiente, pedimos a la población que se quede en los albergues, si se fue para donde un familiar quédese en ese lugar por favor”.

“Estaremos dando comunicados a través de Copeco para que puedan retornar, pero ahorita no es conveniente”, enfatizó el comisionado.

“También queremos pedir a la población que por favor sigan los canales oficiales de Copeco y por sus redes sociales para que tengan información de lo que está sucediendo”, añadió.

Indicó que “si se presenta alguna situación lo haremos oficialmente con nuestro equipo institucional, ya que estamos trabajando para salvaguardar la vida de todos los hondureños y en especial del Valle de Sula”.

Relacionada: Otra vez el valle de Sula queda anegado

El jefe de la Policía de San Pedro Sula, comisionado Raúl Martínez Alvarado, declaró que “la Secretaría de Seguridad, a través de la Policía Nacional, después de estos dos fenómenos acaecidos en el territorio hondureño, se mantiene presente en la nuevas actividades y albergues que están destinados para resguardar a las personas que se vieron afectadas”.

“La Policía Nacional se mantiene en los ejes carreteros y se les informa que deben manejar con precaución, dar mantenimiento a sus automotores y revisar llantas, limpiaparabrisas y focos”, agregó.

Apuntó que “las personas que se van a mover deben hacerlo con mucho cuidado, ya que estas lluvias han dejado escombros en las carreteras”.

“Se les informa que de San Pedro Sula a El Progreso no hay paso, para Puerto Cortés está habilitada solo la vía principal, para el occidente y Tegucigalpa está habilitado el paso”, detalló el comisionado Martínez Alvarado.

El comandante de la Fuerza de Tarea de la zona norte para las Operaciones en el Valle de Sula, coronel Armando Martínez, puntualizó que los equipos de rescate nacionales e internacionales continuarán salvaguardando las vidas de los ciudadanos, porque es el fin primordial de estas misiones encomendadas.

“Tratemos de tener conciencia, porque el peligro está latente, por esto invitamos a los medios de comunicación a hacer propicio este mensaje de una manera consensuada y orientar a la población para que estas personas no vuelvan a estas zonas de riesgo”, señaló.

“Recalcamos que las labores de tarea de rescate y evacuación realizadas por todas las unidades, incluyendo Fuerzas Armadas de Honduras, Cuerpo de Bomberos y junto a países como Colombia, Estados Unidos, con la Fuerza Conjunto Bravo, continúan”, apuntó Martínez.

El presidente Juan Orlando Hernández reiteró hoy el llamado para que los pobladores que viven en zonas de alto riesgo del Valle de Sula evacúen sus casas ante la crecida de los ríos Ulúa y Chamelecón por las lluvias que dejó la tormenta Iota, aunque ésta ya salió del país.

Foto: La Prensa

Los pobladores que aún siguen que en las cercanías del río Chamelecón deben evacuar con prontitud.
El gobernante reafirmó la advertencia durante la presentación del Plan de Reconstrucción Sostenible de Honduras en un foro televisivo. “Estas lluvias hoy se van a sentir más, les pido que se salgan y que acudan a estos llamados”, exhortó el mandatario a los habitantes de zonas de riesgo del Valle de Sula.

“Por favor presten atención al estado de sus casas, si las estructuras y la tierra están vulnerables, tienen que salir inmediatamente”, remarcó el gobernante.

Estragos por doquier

El país ha sufrido intensas lluvias desde el domingo, cuando Iota, convertido en huracán categoría 5 en la escala Saffir-Simpson, se acercaba a las costas de Nicaragua, donde su efecto fue demoledor. En Honduras, el fenómeno causó destrozos en todo el país, en algunas regiones más graves que en otras.

Hasta en horas del mediodía de este jueves 19 de noviembre, los bomberos reportaron 16 personas muertas por derrumbes y arrastrados por ríos, en tanto, las autoridades continúan la búsqueda de otros posibles fallecidos.

Foto: La Prensa

El Valle de Sula quedó como una laguna ayer luego de las inundaciones.
El norteño Valle de Sula, la zona más productiva de Honduras, quedó inundado, pero este jueves comenzó a bajar el nivel del agua que cubrió casas y el aeropuerto Ramón Villeda Morales. Los aguaceros han provocardp el desbordamiento de los caudalosos ríos Ulúa y Chamelecón, que convirtieron el Valle de Sula en una inmensa laguna.

Además: Después de una noche de vientos huracanados, Iota inundó los Bajos

El paisaje que se observaba desde el aire entre el martes y miércoles en el Valle de Sula era desolador, con muchas casas cubiertas totalmente por el agua, otras a la mitad y en muy pocos claros se puedía ver la superficie del suelo.

Varias regiones del oriente, sur, occidente, centro y norte de Honduras siguen incomunicadas por el corte de carreteras y destrucción parcial o total de puentes, lo mismo por grandes derrumbes de tierra y derribo de árboles.

Honduras comenzaba a evaluar la magnitud de los daños que dejó Eta, con al menos 74 muertos, cuando Iota llegó, dejando una estela de mucha destrucción, luto y dolor en la empobrecida nación centroamericana que en 1998 fue devastada por el también poderoso huracán Mitch, en la peor tragedia que hasta entonces había sufrido.