Los disturbios ocasionados por universitarios y docentes afines a los maestros que protagonizaron el pasado mes revueltas y enfrentamientos con la Policía dejaron su huella en la recién remodelada Universidad Nacional Autónoma de Honduras, Unah.
Según autoridades de la máxima casa de estudios, los estudiantes que provocaron los daños son los que se aglutinan en los frentes FUR, FRU y MAO.
La rectora Julieta Castellanos insistió que los maestros que participaron en esos actos de vandalismo están identificados y serán sancionados en base a ley.
La funcionaria señaló que los daños causados durante semanas anteriores no han sido cuantificados; sin embargo, constató que los mismos van más allá de daños a las instalaciones universitarias y se han extendido a bienes de docentes.
“Es cierto que la Universidad es pública, pero eso no significa que la van a destruir”, advirtió la rectora, quien informó que las autoridades de la vicerrectoría de Asuntos Estudiantiles ya han efectuado encuentros con los estudiantes revoltosos.
Los daños han causado enorme indignación entre los estudiantes, que finalmente habían visto a sus autoridades preocupadas por recuperar los espacios educativos.
Las paredes de edificios como el D1 (antes 4B), y F1 (antes 4A), han sido manchadas con mensajes ofensivos.
Las remodelaciones de ambos edificios representan una inversión de alrededor de 26 millones de lempiras. Por otra parte, la rectora pidió al Cofadeh que no intervenga en asuntos administrativos de la institución.
Castellanos criticó que el Cofadeh haya intervenido en un llamado de atención verbal que se efectuó a uno de los vándalos que participó en las revueltas en la Unah.
“Hay ámbitos y organismos que se deben respetar y yo espero que en un futuro tengan bien claras esas situaciones”, señaló la entrevistada.