La evidente ineficiencia del Estado en gestión aduanera ha permitido que de la noche a la mañana y sin licitación, una empresa privada haya monopolizado la venta de servicios aduaneros en la Aduana de El Poy, fronteriza con El Salvador. Lo curioso de este caso es que, además de entregar el jugoso negocio, los funcionarios de Aduanas accedieron a mover 300 metros la frontera.
La situación se originó en un contrato de “depósito temporal de mercancías” entre tres empresarios de Ocotepeque y la Dirección Ejecutiva de Ingresos, DEI. Con ese acuerdo, el Estado dejó de percibir todos los ingresos cobrados por el depósito de mercadería, un negocio que ha pasado a la empresa Inversiones de Occidente. El Gobierno recibe únicamente un pago del canon de operaciones del 30 por ciento de lo generado mensualmente por ese concepto.
Pero hay más. Para redondear el monopolio, los funcionarios mudaron la aduana al edificio propiedad de esta empresa donde, por supuesto, están frescos y cómodos, y con ellos se llevaron la tranca fronteriza, que fue movida 300 metros desde el viejo edificio estatal donde antes se ubicaban las oficinas y la frontera.
¿Quién ordenó la mudanza? Nadie se hace cargo de haber tomado esa decisión. Los de este Gobierno se excusan con que la falta de edificio propio originó el traslado y los del pasado alegan que aunque en esa administración se firmó el convenio, no había ninguna intención de mover las oficinas.
El convenio firmado en diciembre de 2008 sobrevino al concluir la construcción de un edificio valorado en seis millones de lempiras a inmediaciones del antiguo inmueble de El Poy. La visión de los empresarios era conseguir la operación de los depósitos temporales de mercancías de la aduana, lo que consiguieron al firmar el convenio con el entonces director de la DEI, Armando Sarmiento.
Con ese contrato, según la cláusula tercera, se establece que las instalaciones y el apoyo del depósito temporal de mercancías designaría espacios físicos necesarios dentro de las instalaciones aprobados por la Dirección y sin costo alguno, lo suficientemente amplios y con las condiciones que le permitían al personal de aduanas desarrollar sus actividades de una manera confortable, adecuada y eficiente. En otras palabras, renta gratis para Aduanas.
Y no bastó trasladar solamente al personal de control, vigilancia, fiscalización, inspección, manejo y despacho de mercancías, porque al final todos los empleados de la aduana se trasladaron a las modernas oficinas que los mismos empresarios diseñaron. Y con ellos se llevaron la tranca que delimita la frontera.
Ahora toda la operación se centraliza en estas instalaciones privadas donde el personal de la DEI no paga ningún centavo por alquiler, limitándose a pagar el consumo de energía eléctrica.
Este convenio abrió puertas para que los empresarios, mediante Inversiones de Occidente, proyecten la construcción de otro edificio similar en Agua Caliente a un costo aproximado de quince millones de lempiras en un área de seis manzanas de terreno. Además del negocio de cobrar por la mercadería que ingresa, les cobran a las agencias aduaneras el estacionamiento de las unidades que deben aforar en Honduras.
El proyecto
El nuevo edificio posee una distribución que permite que todos los departamentos aduaneros estén organizados y además la imagen de la aduana cambió: ya no hay el hacinamiento y la desorganización del edificio viejo de El Poy.
El antiguo inmueble está abandonado, así como las viejas casetas de madera donde funcionaban las oficinas de migración y cuarentena que ahora sirven de oficinas de agencias aduaneras en ambos extremos de la calle. La mudanza se hizo hace dos años.
“Había muchos problemas para recibir mercaderías. Los comerciantes se quejaban de la falta de local adecuado para las revisiones y por eso decidimos el proyecto”, dice Hugo Armando Coto, uno de los tres inversionistas que construyeron las instalaciones donde ahora funciona la aduana en El Poy.
“Se construyó un área de descarga para el aforo con toda comodidad para que el comerciante tenga la seguridad de que su producto no se dañará.
Además, las oficinas están distribuidas para que los departamentos de la aduana hagan su trabajo. No les cobramos el alquiler; es una colaboración.
El único cobro es en convenio con las agencias aduaneras, que por cada contenedor entregan diez dólares. Otros vehículos usan el espacio y por él mismo de acuerdo con los días que usan el parqueo”, dijo el empresario.
Legal o no
En consultas de LA PRENSA sobre alguna prohibición que determine el uso de predios privados para funciones oficiales, se estableció que no hay ley que prohíba que el Estado se beneficie de este tipo de proyectos, a menos que el beneficio sea personal, es decir, de un funcionario en particular, acción que la ley sanciona por ser un delito de cohecho.
El amparo para este tipo de contratos aduaneros se hace, según el contrato firmado, con base en el Código Aduanero Centroamericano, Cauca, Ley de Aduanas y el Código Tributario. El canon de operaciones establecido en el contrato -que es indefinido- establece que por canon de operaciones la DEI recibirá mensualemente el 30% de los ingresos mensuales que se generen por el pago por la actividad autorizada de almacenamiento y estacionamiento de mercancías.
¿Local prestado?
Ante la utilización de las instalaciones privadas para el funcionamiento no sólo del depósito, sino de las oficinas de la Aduana en El Poy, la subdirectora de Aduanas, Sandra Viana, habló con LA PRENSA y dijo que el traslado a las nuevas instalaciones obedece a que las anteriores eran prestadas por El Salvador a Honduras y no tenían las condiciones mínimas.
“Estábamos operando en instalaciones prestadas, eran de El Salvador y no reunían condiciones ni facilidades para el trabajo aduanero.
No teníamos zona primaria y por eso se originó el traslado. La empresa ofreció las instalaciones y para que el trabajo fuera más eficiente, lo mejor era usarlas”, indicó la funcionaria.
Sin embargo, se conoció que el antiguo edificio sí pertenece al Gobierno de Honduras y fue inaugurado durante el gobierno de Ricardo Maduro en 2002.