Los maestros se resisten a caer en el juego político de algunos dirigentes magisteriales.
Estos maestros ordenaron suspender clases esta semana, pero la convocatoria no encontró eco en miles de maestros que se presentaron a sus labores.
El ayudante de Eulogio Chávez en el Copemh, Jaime Rodríguez, llamó a dejar sin clases a más de dos millones de niños y jóvenes.
En el caso de Francisco Morazán, el paro fue desatendido por la mayoría de maestros que se niegan a involucrar a los escolares en asuntos ideológicos.
A la asamblea informativa en el instituto Mixto Hubueras llegó un grupúsculo de dirigentes que posteriormente se desplazó al Congreso Nacional.
Miembros del Primer Colegio Profesional Magisterial, Pricpmah, pidieron a sus miles de agremiados que se mantuvieran en las aulas, del lado de los niños.
En la escuela República de Uruguay, del Hato de Enmedio, todos los maestros llegaron a la hora acostumbrada.
“A pesar de que han llegado pocos alumnos, los maestros han permanecido en las aulas y en las actividades administrativas”, dijo Amalia Vigil, directora de la Escuela Experimental República de Uruguay.