San Pedro Sula, Honduras.
El proceso de identificación que inició el Instituto Nacional Penitenciario (INP) no solo es para los privados de libertad, la medida abarca también a los familiares de los internos que están en El Pozo I y el II, y hasta ahora, de los 1,300 que están recluidos en Ilama, Santa Bárbara, solo 30 han logrado obtener el carné de visita. Se trata de los parientes de los “torones” o cabecillas de las maras que fueron los primeros en ser confinados en la cárcel de máxima seguridad.
El reglamento interno de visitas que fue aprobado establece que para ingresar deben presentar ese documento y solo es extendido si cumplen con los siguientes requisitos: constancia de antecedentes penales, antecedentes policiales, constancia de vecindad, acreditar el parentesco que tiene con la persona que visitarán y tres cartas de referencia.
La rigurosidad de la medida ha hecho que solo el 2.3% de los familiares obtengan el carné.
“El proceso de identificación se hace con el propósito de reconocer a los que ingresan a los centros penales del país, se inicia en
El Pozo, pero la medida es para todos los establecimientos. El desorden no se va a permitir y una vez que el familiar haya reunido los requisitos se les entregará un carné”, explicó German Mcneil, subdirector del
INP.
Las visitas
Todo el proceso de visitas se socializa en todos los penales. Las visitas se programarán dos veces a la semana, los sábados y domingos, en un horario de 10:00 am a 3:00 pm. El Pozo I y El Pozo II, por ejemplo, cuentan con locutorios, en donde los privados de libertad reciben a sus familiares sin ningún contacto físico entre ellos porque están divididos con un vidrio reforzado, el cual no puede romperse.
El diálogo se da a través de un teléfono. “Estas visitas son controladas y supervisadas, se coordinarán porque el número de locutorios son reducidos para la cantidad de internos. En nuestra gestión damos cambios para mejorar el desorden que se manejó en el sistema”, dijo Mcneil.
Para representantes de Derechos Humanos, las nuevas medidas deben acatarse porque se debe ordenar un sistema que estuvo en el abandono. “Las medidas deben verse con buenos ojos y las familias de los privados deben reeducarse para este nuevo proceso de visita”, explicó Hugo Maldonado, titular del Comité para la Defensa de Derechos Humanos de Honduras (Codeh).
El proceso de identificación que inició el Instituto Nacional Penitenciario (INP) no solo es para los privados de libertad, la medida abarca también a los familiares de los internos que están en El Pozo I y el II, y hasta ahora, de los 1,300 que están recluidos en Ilama, Santa Bárbara, solo 30 han logrado obtener el carné de visita. Se trata de los parientes de los “torones” o cabecillas de las maras que fueron los primeros en ser confinados en la cárcel de máxima seguridad.
Identificación
Medicina Forense, Registro de las Personas e Instituto Penitenciario verifican la identidad de los internos en El Pozo I.
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La rigurosidad de la medida ha hecho que solo el 2.3% de los familiares obtengan el carné.
Sépalo
Dos visitas a la semana permitirán las autoridades los días sábado y domingo durante cinco horas. No habrá contacto físico con ningún familiar.
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German Mcneil dijo que en tres meses de gestión se notan los cambios.
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Todo el proceso de visitas se socializa en todos los penales. Las visitas se programarán dos veces a la semana, los sábados y domingos, en un horario de 10:00 am a 3:00 pm. El Pozo I y El Pozo II, por ejemplo, cuentan con locutorios, en donde los privados de libertad reciben a sus familiares sin ningún contacto físico entre ellos porque están divididos con un vidrio reforzado, el cual no puede romperse.
1,300
Privados de libertad
Recluidos en la cárcel de Ilama, Santa Bárbara se registran hasta al mes de mayo en este recinto de máxima seguridad, donde acatan nuevas reglas.
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Para representantes de Derechos Humanos, las nuevas medidas deben acatarse porque se debe ordenar un sistema que estuvo en el abandono. “Las medidas deben verse con buenos ojos y las familias de los privados deben reeducarse para este nuevo proceso de visita”, explicó Hugo Maldonado, titular del Comité para la Defensa de Derechos Humanos de Honduras (Codeh).