La tradicional intromisión de los políticos en el Registro Nacional de las Personas (RNP) durante las elecciones será cosa del pasado, afirman sus autoridades.
Gerardo Martínez, subdirector del RNP, garantiza que los políticos no volverán a meter las manos en esa institución con las tarjetas de identidad, como ha venido ocurriendo a lo largo de la historia.
No volverán a ocurrir las denuncias y evidencias de acaparamiento de tarjetas de identidad, como ocurrió antes de las elecciones primarias cuando varios políticos, especialmente del Partido Nacional, fueron sorprendidos por la Fiscalía en posesión de miles de tarjetas.
Este acaparamiento tuvo su origen en una decisión del mismo RNP que -por razones de tiempo y de presupuesto- distribuyó unas 300 mil tarjetas entre los políticos de todas las corrientes para que las entregaran por su cuenta a sus destinatarios. Para estas elecciones generales, el directorio de la institución determinó utilizar los registros móviles que irán a las comunidades a documentar y a distribuir las tarjetas entre las cuales hay unas 250 mil que corresponden a jóvenes que votarán por primera vez en todo el país.