Leyes aprobadas en tiempo récord y otras confinadas en el olvido. La primera legislatura del Congreso Nacional dirigido por Juan Orlando Hernández estuvo repleta de sorpresas y muchas reformas a La Constitución de la República que deberán ser ratificadas al inicio de la segunda legislatura que arranca mañana.
El 2010 también estuvo cargado de polémicas en el seno del legislativo. Para algunos las reformas han sido al margen de ley, para otros son eminentemente ganancia de políticos, lo cierto es que tuvieron el apoyo abrumador del pleno de diputados.
Las reformas como la del artículo 5 de la Constitución de la República, que crean la iniciativa popular, es decir darle el derecho a ciudadanos a presentar una propuesta de ley ante el Congreso; y flexibilizar las figuras del plebiscito y el referéndum, para que se le consulte al pueblo sobre cualquier tema, y bajar los requisitos para solicitarlo y aprobarlo, aparentemente son buenas, falta saber si se aplicarán y si realmente será sobre temas de interés nacional.
Algunos críticos de la reforma cuestionan que tras la solicitud para un plebiscito o referéndum, sea el Congreso el que determine si se procede o no a la consulta, cuando si se cumplen los requisitos para ello lo prudente hubiera sido que el Tribunal Supremo Electoral las llevara a cabo.
Algo indiscutible es que en cuestión de leyes este Congreso ha sido cualitativamente superior, sin embargo, ese calificativo tendrá su mejor respuesta con el resultado en la aplicación de esas mismas leyes, sino, serán simplemente normas que se sumarán a las casi cinco mil leyes que hay en el país.
Mora legislativa
El rendimiento del Congreso, en cuanto a producción de leyes, ha sido un tanto superior, en comparación a los dos años anteriores. Y en cuanto a calidad, los mismos diputados, pese a cuestionar en algunos momentos la agenda, reconocen que los temas estuvieron bastante acordes a las circunstancias.
Al pleno entraron más de 760 proyectos de ley en 2010, de los que sólo 270 fueron aprobados, es decir, que quedó una mora pendiente de más de 479 leyes. En 2009 se aprobaron 296 decretos, muchos de ellos fueron derogados en este Congreso, mientras, en 2008 los aprobados fueron 186.
Adicional a la mora actual, el CN arrastra una extensa mora de leyes que debieron haber sido aprobadas en el pasado, como la ley de fortalecimiento a Hondutel, ley de telecomunicaciones y la ley de minería, entre otras.
Producción de 2010
Entre las leyes importantes que produjo el Congreso en 2010 está el decreto 2-2010, que contiene la Ley de la Amnistía General para las personas que cometieron delitos políticos conexos antes, durante y después del 28 de junio de 2009.
El Congreso aprobó también unos 50 proyectos de energía eléctrica renovable, leyes para combatir el terrorismo, el crimen organizado y el narcotráfico.
A comienzos de su período, el Legislativo se vio obligado a derogar una concesión para ampliar los servicios de la represa hidroeléctrica “José Cecilio del Valle”, que se ubica en Choluteca. Además derogó una ley que exoneraba el pago de 42 millones de lempiras a médicos.
Además el Congreso derogó las dispensas que tenían para introducir vehículos libres de impuestos, y congeló la extensión de permisos de explotación de transporte de personas.
Leyes vitales
Para autoevaluar al Congreso, el diputado Alfredo Saavedra, jefe de la bancada de mayor oposición y ex presidente de este poder del Estado, manifestó que se han hecho enormes esfuerzos por hacer lo mejor. “Los diputados por norma hemos tenido el debate, excepcionalmente no ha habido debate pero podemos mejorar más. El proceso de transparentar este poder del Estado puede ser mayor, el Congreso va en la ruta correcta, nos debemos a un pueblo”, apuntó.
Con la producción de leyes cree que se puede dar más, “no quiero decir que no ha sido adecuada la producción, pero la sociedad espera más de nosotros”.
Además piensa que hay temas vitales como la ley de minería y para fortalecer a Hondutel que deben ser aprobadas lo antes posible.
“Los temas de la agenda han sido oportunos, se han debatido bastante como la legislación para la generación de empleo, el tema energético, los temas fueron agendados de acuerdo a las circunstancias y necesidades”, señaló.
Entretanto, el diputado Sergio Castellanos, del izquierdista partido Unificación Democrática, fue el que enfatizó que hace falta democratizar el Congreso, “que conozcamos la agenda cada mes, que haya determinado tiempo para dictaminar las leyes, y luego distribución equitativa de los subsidios y fondos del Congreso, porque en la página de transparencia no se sabe en qué se gastan esos fondos, eso permite que los fondos lleguen al pueblo hondureño”.
Particularmente dijo que del Fondo Departamental se le asignó un millón de lempiras y de los subsidios del Congreso, 200 mil lempiras, pero no puede subir sus liquidaciones al portal de transparencia del Congreso por falta de acceso.
“Se avanzó en cuanto a democratizar y transparentar, pero falta mucho por hacer”.
Falta mucho por hacer
Entre tanto, German Leitzelar, del Pinu, vio mejoras de este Congreso en relación a otros anteriores. Percibió mayor transparencia, el uso del voto electrónico y mayor consenso en los temas a discutir son buenas prácticas.
“Se ha reducido el sectarismo de partido, casi todo ha sido por vía de diálogo, las sesiones abiertas a radio y televisión en vivo, eso es mejor, pero falta mucho por hacer”.
Agregó que “hay temas urgentes como fortalecer los poderes, especialmente el Judicial, el mayor problema del sistema democrático es la tremenda debilidad del sistema judicial, hay que elaborar la Ley Orgánica del Poder Judicial, la Ley de la Judicatura, que nos permitirá tener jueces más profesionales, nombrados por oposición, esas leyes urgen y son fundamentales para una buena correlación de poderes”.
Por su lado, Ramón Velásquez, vicepresidente del Congreso y miembro del Partido Unificación Democrática, calificó como buena la producción legislativa y señaló que ha habido un esfuerzo por definir una ruta.
Las principales leyes aprobadas tienen que ver con lo económico, generación de empleo e inversiones, desgraciadamente siempre hay emergencias legislativas, eso distrae un poco la ruta del Congreso, pero ha sido productivo, y el temor que tuvo que los diputados nuevos atrasaran la aprobación se superó rápidamente.
Al compararlo con otros Congresos, dijo que “lo que lamentaría es que no tenga puntualidad en las sesiones como en el Congreso de Porfirio Lobo Sosa, pero la aprobación de leyes ha sido mejor que la del Congreso anterior”.
La ley más importante aprobada, a su criterio, es la de Asociación Público Privado, que servirá para desarrollar los megaproyectos y generar empleo masivo.
Entre tanto, José Azcona, diputado liberal y ex jefe de comisiones del congreso pasado, dejó claro que este Congreso ha sido diferente a los anteriores, primero por implementar el voto electrónico, se aprobó ley de Asociación Público Privado, se discutió bien el presupuesto, y fue muy dinámica la discusión de contratos de energía.
“Falta superar una mora legislativa, nueve proyectos de ley que presentamos, como proyectos de energía solar, materiales de construcción, legislar para áreas verdes y otros más; algunas fueron dictaminadas pero no discutidas, entonces se agenda lo que quieren las autoridades del Congreso”, criticó.
En segundo lugar, los procesos de debate y manejo de información están bastante centrados en las autoridades, “necesitamos antes los procesos de agenda, de discusión. Nadie ha rendido un informe de proyectos introducidos, aprobados, no tenemos manera de cómo medir y eso ha sido un retroceso en el proceso de rendición de cuentas en el trabajo legislativos”, finalizó.
Plebiscito y referéndum, armas a favor de quien esté en el poder
Tegucigalpa. Considerada una de las más grandes leyes de la legislatura pasada, la reforma al artículo 5 de la Constitución de la República, flexibilizando las figuras del plebiscito y el referéndum, podrían convertirse en la voz del pueblo para hacer sus peticiones, pero también en el arma de políticos para inducir sus deseos.
Esta reforma fue precedida de buena socialización, una comisión parlamentaria especial visitó las principales ciudades de los 18 departamentos del país en una de las jornadas de consenso más importantes, escuchando el aporte de representantes de 254 organizaciones civiles de todos los tipos y tendencias ideológicas.
Esta reforma al artículo 5 hace viable la aplicación del plebiscito y el referéndum, eliminando los candados que se le habían puesto que evitaban que el pueblo pudiera opinar sobre los temas de interés nacional, y crea además la figura de la iniciativa ciudadana, que dota de poder de decisión a la gente para tomar decisiones que marcarán su destino.
Permitió que se redujera considerablemente los requisitos para que los ciudadanos puedan convocar a un plebiscito o referéndum, del 6 por ciento de las firmas del Censo Nacional Electoral que equivale a 276 mil firmas, a sólo el dos por ciento, es decir 92 mil personas.
Asimismo, ahora se necesita sólo cerca de la mitad de los votos en un plebiscito o en un referéndum que en su versión original, para que sus resultados sean considerados legales, además, se eliminó cualquier restricción sobre los temas a los que el pueblo puede ser consultado. El único candado es que será justamente el Congreso, pese a que se cumplan los requisitos, el que determinará si se realiza o no la consulta.
Transmisiones en directo abrieron puertas al debate
Tegucigalpa En materia de apertura o transparencia, al menos de forma visible el Congreso Nacional logró en su primera legislatura utilizar la pizarra electrónica, para mayor transparencia en las votaciones, y además ya sometió a licitación la adquisición de un nuevo mecanismo, que sea más moderno y eficiente.
Además logró de manera permanente, que el canal del Estado, el 8, transmita casi siempre las sesiones del Congreso, en directo, aunque con muchas limitaciones porque ese medio le da prioridad a su propia programación. En los próximos días saldrá al aire el Canal 20, que es la frecuencia oficial del Poder Legislativo.
Otra acción importante en materia de apertura y que integra a la ciudadanía en las decisiones adoptadas en el Congreso, y sobre todo someter a su escrutinio las acciones tomadas dentro de ese Poder del Estado, son las transmisiones por Internet de todas las sesiones legislativas.
Esta medida es buena, pero es poca la gente en el país que tiene acceso a una computadora, y mucho menos quienes acceden a Internet.