Las cifras de deportados conforme al lugar de procedencia han dado un giro de 180 grados; ahora el mayor número de retornados no proviene de Estados Unidos, sino de México.
Desde que se activó el Plan Frontera Sur en el país azteca el año pasado, las deportaciones han aumentado, constituyéndose como el principal expulsor de hondureños.
Según un informe del Migration Policy Institute (MPI), México deporta al menos dos mil centroamericanos cada semana. Asimismo, subraya que las detenciones han aumentado en un 25% desde que se activó el plan. Esta es una medida gubernamental que ha endurecido la vigilancia por parte de agentes del Instituto Nacional de Migración de este país, específicamente en la zona sur.
También ha provocado que las rutas de tránsito de migrantes centroamericanos con destino a Estados Unidos se hayan modificado.
En comparación, Honduras registró el año pasado 44,590 hondureños retornados por la vía terrestre y 36,351 vía aérea, según estadísticas del Centro de Atención a Migrantes Retornados (CAMR).
Entretanto, en lo que va de este año, los retornados por tierra ya casi superan la cifra del año pasado, pese a que aún falta más de un mes para que finalice 2015. Hasta mediados de este mes, han regresado al país 44,424 hondureños vía terrestres y 16,694 vía aérea, más del 50% menos que 2014.
Sor Valdett Willeman, directora del CAMR, en declaraciones a LA PRENSA, manifestó que los compatriotas no desean quedarse en México, pero con la puesta en marcha de este plan, no pueden llegar hasta EUA. Lamentó que las autoridades mexicanas no analicen la situación de cada uno de los migrantes y estén impidiendo el paso.
El flujo migratorio en el país obedece a la violencia y la falta de oportunidades laborales y decenas de migrantes hondureños han tomado el territorio mexicano como su segundo hogar.
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