Justo frente al mar Caribe se levanta uno de los parques nacionales más espectaculares de Honduras. Ubicado en la Sierra de Nombre de Dios, el lugar recibe su nombre gracias a la cima más alta de una aparentemente interminable sucesión de escarpadas montañas.
Fue fundado en 1987, tras numerosos esfuerzos iniciados por profesores del Centro Universitario Regional del Norte, Curla. Con sus 1,073 kilómetros cuadrados de extensión, éste es el segundo parque natural más grande después de Patuca.
Y si de riqueza natural se trata, es indudable que Pico Bonito no se queda atrás, pues es uno de los parques nacionales más ricos en biodiversidad del país.
Su área de influencia comienza desde el nivel del mar hasta las alturas del bosque nublado. Así, se han podido identificar diferentes ecosistemas, zonas de vida que sirven de hábitat para centenares, quizá miles, de especies distintas de la flora y la fauna.
Por citar un ejemplo, en la avifauna del parque se han podido identificar hasta el momento cerca de 400 especies distintas, lo que convierte a esta área protegida en un 'hot spot' para el turismo de observación de aves. Junto a las aves, centenares de especies distintas de plantas proporcionan otro reto de estudio para los investigadores y naturalistas.
Bromelias, orquídeas y enredaderas se entrecruzan sobre las ramas de los grandes robles y encinos, sin olvidar al orgulloso liquidámbar y las erguidas, y a veces espinosas, palmeras que crecen en la tupida montaña.
Monos aulladores se escuchan al comenzar y terminar el día y no es raro encontrar una que otra serpiente en esta selva siempre verde.
En el río Cangrejal, sabrosos cuyameles nadan en las fuertes corrientes, atentos siempre al martín pescador y a diferentes tipos de garzas. Y cuando menos lo espera el viajero, uno que otro gavilán negro remonta el vuelo, justo frente a uno.
Pico Bonito es infinitamente rico y bello. No es un lugar para todos los turistas; es sólo para conocedores. ¡Así que disfrútelo!
¿Dónde dormir?
Eso no es problema en Pico Bonito. La oferta hotelera en la zona es abundante y hay para todos los gustos y bolsillos. Le recomiendo dos:
The Lodge at Pico Bonito Para almas refinadas. Una arquitectura de revista, una gastronomía de primer orden y unas cabañas como para no salir de ellas.
Servicio realmente cinco estrellas y un entorno natural impresionante. Senderos, torres de observación de aves, serpentario y mariposario complementan las opciones de diversión. Ha sido publicado en The New York Times, Washington Post, Conde Nast Traveller, entre otras revistas y periódicos internacionales. Sólo con reservaciones.
Llame al 440-0338 o ingrese a www.picobonito.com
Jungle River Lodge Si usted es aventurero de rompe y raja, con aires cosmopolitas, éste es su lugar. Rafting es el menú principal, pero su canopy y hiking no se quedan atrás.
Piscinas naturales en las enormes rocas sobre las que se asienta este lodge le dan un aire romántico, con la montaña de portada. Habitaciones austeras, cerveza bien fría y buena música hacen las noches. ¡No se aceptan tuxedos! Tel. 44 40 12 68, www.jungleriverlodge.com
¿Cómo llegar?
El Parque nacional Pico Bonito es tan grande que tiene varios accesos a diferentes áreas. Cuando usted viaja desde San Pedro Sula, la primera entrada al parque es a través del sendero Zacate, ubicado al lado derecho de la carretera, poco antes de la aldea El Pino. Un corto camino de tierra lo llevará a una propiedad privada donde podrá nadar, por una módica suma, en las aguas frías del río Zacate. Si lo desea, puede caminar una hora dentro de la montaña, para llegar a la cascada. Vale la pena, pero lleve comida y haga el recorrido temprano, para que no lo sorprenda la noche en el sendero.
Otra vía es a través del Centro Los Naranjos, sobre la carretera de tierra que corre al lado del río Cangrejal y que conduce a la comunidad de Yaruca. El centro posee un pequeño museo, aula, guías, venta de souvenirs y bebidas para los sedientos. Precios cómodos permiten al viajero atravesar el puente colgante para internarse por el sendero Los Bejucos. El centro es administrado por la Fundación Parque Nacional Pico Bonito, Fupnapib, ente que administra y vela por el parque.
Otra forma es a través de los hoteles apostados en las faldas de la montaña y que poseen senderos y guías especializados.