24/04/2024
12:27 AM

Secuelas: Pesadilla por Eta y Iota aún no termina para 500 familias

En el sector de los bajos de Choloma muchos viven bajo toldos y en galeritas de bambú.

Choloma, Cortés.

“La pesadilla para nosotros no ha pasado. Somos familias muy pobres y cada día recordamos lo que vivimos por Eta y Iota. Quedamos sin la casita que con esfuerzo construimos en nuestra vida”, dijo Cruz Molina.

En el municipio de Choloma, miles de familias perdieron sus viviendas y todavía hay más de 500 que aún no las reconstruyen. De estas, algunas serán beneficiadas con proyectos de viviendas, pero la mayoría está a la espera de un hogar digno, y mientras tanto viven bajo toldos de plástico, ya que no tienen condiciones económicas para reconstruir sus hogares.

“Los que más sufren son los niños, ellos todos los días preguntan por qué no tenemos paredes y no sabemos qué responderles; sin embargo, no perdemos la fe de que nos ayudarán a reconstruir la casa. Esperamos que el Gobierno y otras organizaciones que han visitado estas aldeas nos ayuden”, expresó la pobladora Marta López.

LA PRENSA hizo un recorrido por los bajos de Choloma en comunidades que en noviembre de 2020 quedaron bajo el agua. Aquí, más de 30,000 familias perdieron todo lo que tenían. Con esfuerzo, la mayoría ha logrado salir adelante, pero las personas de la tercera edad, madres solteras y familias muy pobres no han podido recuperarse y aún viven en calamidad.

Las viviendas quedaron inhabitables en el sector de los bajos cholomeños.

A pesar de sus condiciones de vida, los esposos Molina no dejan de sonreír, y es que las inundaciones a causa de las tormentas Eta y Iota destruyeron su casa, y aun así no pierden las esperanzas de que el nuevo Gobierno les ayudará a recuperarse.

Oneida Canales junto con su esposo y dos hijos viven en una casita en donde las cuatro paredes son de plástico, puesto que la fuerza del agua del río Chamelecón les destruyó su hogar.

“No quedó nada, el agua nos llevó todo, solo conseguimos láminas y con plástico reconstruimos un cuarto, por lo que esperamos que nos llegue ayuda porque somos familias pobres”, expresó la pobladora.

Roberto Sánchez, coordinador del comité de emergencia municipal (codem), manifestó que son más de 500 familias las que aún no tienen vivienda y con apoyo internacional ejecutan proyectos de viviendas.

Las secuelas del desastre en 2020 mantienen en una severa crisis a miles de familias.

“En el sector de Tibombo están construyendo 80 casas, en Lupo Viejo son 40 viviendas y en otras comunidades se han reparado daños, donde los organismos internacionales dan los financiamientos y la alcaldía alguna contraparte”, agregó Sánchez.