El presidente Alan García propuso que los países de la OEA se pronuncien sobre las nuevas leyes europeas para deportar a inmigrantes ilegales, algo que consideró 'injusto' y discriminatorio.
El mandatario anunció el jueves por la noche que pedirá al Secretario General de la Organización de Estados Americanos, José Miguel Insulza, que convoque a una asamblea general del organismo, que consideró el foro más adecuado debido a la presencia mayoritaria de países de Latinoamérica y el Caribe.
'Voy a hablar mañana (viernes) con José Miguel Insulza para pedirle que convoque a una reunión para tratar este tema', dijo García en declaraciones a la prensa.
'Tendríamos una presencia numérica y podríamos tener una sola voz y estaríamos asistiendo los presidentes', agregó.
El mandatario remarcó que la medida adoptada por el Parlamento Europeo discrimina a millones de latinoamericanos que viven en ese continente, y en el caso de Perú, a un millón y medio de peruanos.
Señaló que el gobierno actuará diplomáticamente, y evalúa el envío de misiones especiales ante los gobiernos europeos. Descartó alguna forma de represalias como 'bloqueo o cierre de fronteras'.
García expresó su confianza en que el polémico tema no entorpecerá las relaciones entre América Latina y Europea, pero manifestó su extrañeza por la medida en momentos de una tendencia mundial hacia la globalización de los mercados, que según indicó, también debe comprender a los seres humanos.
'Si no sería una globalización a medias, sólo de productos', señaló.
García dijo que es incomprensible que Europa dicte una ley contra los inmigrantes cuando es un continente que necesita crecer, que tiene tasas de natalidad muy bajas y una población que envejece cada vez más.
'Nosotros tenemos que defender a los connacionales y decimos que por liberarse de unos cuantos no se puede afectar a millones de latinoamericanos que allí existen. No es justo, lo haremos saber', expresó.