San Pedro Sula, Honduras.
De vivir en las zonas marginales adonde reclutan a sus miembros y colaboradores, los líderes de la mara MS13 pasaron a disfrutar de la buena vida y a tener el mismísimo nivel de los millonarios.
La mayoría de casas aseguradas se ubican en residenciales desde donde operan con los mejores vehículos y hasta hacen vida social en clubes de las ciudades más importantes de Honduras utilizando el dinero de miles de pulperías, transportistas y empresas grandes que están bajo el yugo de la extorsión.
En sus inicios, la mara MS comenzó como un grupo de antisociales dedicados al sicariato, robo de vehículos, asaltos a carros repartidores y negocios y en baja escala a las extorsiones de pulperías, cafés Internet y tiendas pequeñas en colonias populosas. Pero a medida que la extorsión se iba convirtiendo en un actividad rentable y con ganancias lucrativas, comenzaron a cambiar su forma de vida y modos de operar.
Desde el centro penal de San Pedro Sula, los miembros de la MS y de la pandilla 18 comenzaron a sembrar el terror llamando a los teléfonos fijos y celulares de cientos de hondureños que por temor pagaban lo que les pedían, y hace algunos años el dinero era dejado escondido en algún punto señalado por los delincuentes.
Al tiempo que las ganancias aumentaban, la forma del cobro de las extorsiones se volvió descarada, los miembros de maras o pandillas llegan directamente a negocios a cobrar el “impuesto de guerra” y desde los pequeños comerciantes hasta empresarios no tuvieron otra opción que pagar mensualmente cantidades que van desde los 100 lempiras hasta 10,000 lempiras dependiendo del tipo de empresa.
El dinero de los cobros de extorsiones ya no pudieron tenerlo en las casas de los líderes, por lo que comenzaron a invertir en propiedades, sobre todo en casas y terrenos ubicados dentro y fuera de las ciudades, como lo demuestra la Operación Avalancha.
Este operativo lanzado el martes 23 de febrero ha permitido comprobar que los inmuebles ya no solo están a nombre de los líderes del grupo criminal MS13, sino que de las mujeres que tiene cada uno de ellos, así como de hijos y parientes que además de vivir en zonas privilegiadas también se dan el lujo de andar en vehículos de las mejores marcas y del año. Los líderes y sus familiares viven cómodamente, en todas las casas que se han asegurado. Allí se han encontrado muebles y artículos de lujo, muy caros, dijo un agente que participa en la Operación Avalancha que se ha extendido en varias colonias de San Pedro Sula.
De vivir en las zonas marginales adonde reclutan a sus miembros y colaboradores, los líderes de la mara MS13 pasaron a disfrutar de la buena vida y a tener el mismísimo nivel de los millonarios.
La mayoría de casas aseguradas se ubican en residenciales desde donde operan con los mejores vehículos y hasta hacen vida social en clubes de las ciudades más importantes de Honduras utilizando el dinero de miles de pulperías, transportistas y empresas grandes que están bajo el yugo de la extorsión.
En sus inicios, la mara MS comenzó como un grupo de antisociales dedicados al sicariato, robo de vehículos, asaltos a carros repartidores y negocios y en baja escala a las extorsiones de pulperías, cafés Internet y tiendas pequeñas en colonias populosas. Pero a medida que la extorsión se iba convirtiendo en un actividad rentable y con ganancias lucrativas, comenzaron a cambiar su forma de vida y modos de operar.
Desde el centro penal de San Pedro Sula, los miembros de la MS y de la pandilla 18 comenzaron a sembrar el terror llamando a los teléfonos fijos y celulares de cientos de hondureños que por temor pagaban lo que les pedían, y hace algunos años el dinero era dejado escondido en algún punto señalado por los delincuentes.
 La Operación Avalancha inventarió los bienes de David Elías Campbell y su hijo. En la residencial San Antonio, la mansión está en construcción y en La Trejo encontraron dos carros de alto valor.
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El dinero de los cobros de extorsiones ya no pudieron tenerlo en las casas de los líderes, por lo que comenzaron a invertir en propiedades, sobre todo en casas y terrenos ubicados dentro y fuera de las ciudades, como lo demuestra la Operación Avalancha.
Este operativo lanzado el martes 23 de febrero ha permitido comprobar que los inmuebles ya no solo están a nombre de los líderes del grupo criminal MS13, sino que de las mujeres que tiene cada uno de ellos, así como de hijos y parientes que además de vivir en zonas privilegiadas también se dan el lujo de andar en vehículos de las mejores marcas y del año. Los líderes y sus familiares viven cómodamente, en todas las casas que se han asegurado. Allí se han encontrado muebles y artículos de lujo, muy caros, dijo un agente que participa en la Operación Avalancha que se ha extendido en varias colonias de San Pedro Sula.
En la acción de inteligencia también han podido detectar que varias casas propiedad de los mareros están rentadas.
Alexander Mendoza, alias el Porkis, es uno de los que tiene más casas y terrenos. A él le aseguraron inmuebles en las colonias Los Álamos, Buenos Aires, Luisiana, residencial Toledo, San Antonio y Las Mesetas.
Otro de los señalados de la MS es David Elías Campbell Licona, quien tiene empresas, casas y terrenos, al igual que varias de sus mujeres y parientes. Otros de los investigados por tener propiedades producto del lavado de activos es Luis Alberto Tejada López, German Omar García Maradiaga, así como Jairo Anwar Orellana Recinos, uno de los principales líderes de la asociación criminal.
La MS ha invertido el dinero de las extorsiones y la venta de drogas también en la adquisición de empresas que están también a nombre de los líderes, así como de socios en los que se encuentran familiares.
Los bienes son constituidos con un grupo de abogados que están al servicio del grupo de mareros.
Ellos hacen sus trámites legales en todas las dependencias del Estado, según dijo un investigador, y hasta con el pago de impuestos están al día.
