El sacerdote salvadoreño Andrés Tamayo abandonó ayer la embajada de Brasil, donde acompañaba al ex presidente Manuel Zelaya.
Especial: Crisis Política
El portavoz de la Policía Nacional, Orlin Cerrato, señaló que la salida del religioso de la embajada brasileña fue por “decisión de él”, aunque dijo desconocer la causa, e indicó que “fue llevado por el cónsul de El Salvador, Nelson Rodríguez Cardoza, a la embajada” de su país.
Fuentes de la delegación salvadoreña en Tegucigalpa dijeron que no podían informar del asunto de Tamayo.
Tras la salida del sacerdote de la embajada de Brasil, ya sólo quedan unas 16 personas en la legación diplomática, indicó a Efe una fuente cercana a Zelaya.
Una fuente del Ministerio de Gobernación, que hace dos meses despojó a Tamayo de la nacionalidad hondureña por hacer llamamientos a boicotear las elecciones del 29 de noviembre próximo, dijo también que “él pidió que lo sacaran” porque “supuestamente su hermano está enfermo en El Salvador”.
Sin embargo, el comisionado de Policía, Danilo Orellana, jefe de la operación de seguridad que el gobierno ejecuta desde la separación de Zelaya, apuntó a la radio HRN que posiblemente la embajada salvadoreña está “adelantándose a los hechos” porque es inminente una orden de expulsión de Tamayo de Honduras.
Orellana recordó que Tamayo fue despojado de la carta de naturalización como hondureño, que le extendió el Gobierno de Zelaya, y está pendiente “la resolución de expulsión”.